jueves, 11 de junio de 2015

Nuria Espert recitará a Alberti en la próxima Noche Blanca de Bilbao




La directora de escena y actriz catalana Nuria Espert recitará versos de Rafael Alberti el próximo día 20 en Bilbao con ocasión de la Noche Blanca, que se celebra desde hace años en la capital vizcaína para conmemorar el aniversario de la villa.
En recuerdo de los recitales que ofrecieron juntos Alberti y Espert a principios de los años 80, la actriz declamará versos del poeta gaditano en el Museo Vasco situado en el Casco Viejo de Bilbao y su actuación podrá seguirse también a través de una pantalla que se instalará en la calle La Cruz.
Además de este recital poético y de actuaciones de danza y música, la próxima Noche Blanca de Bilbao volverá a caracterizarse por la iluminación, con juegos de luces y proyecciones, que tendrán algunos de los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Para celebrar el 715 aniversario de la villa -fundada por Don Diego López de Haro el 15 de junio del año 1300-, la Fundación Bilbao 700 ha preparado un programa que se extenderá entre las 20.30 horas del sábado 20 de junio y las 2 de la madrugada del domingo 21.
A partir de las 22.30 horas se irán iluminando edificios como la catedral de Santiago, el Ayuntamiento, el Palacio foral, el teatro Arriaga, la iglesia de San Nicolás, el Palacio Euskalduna, el museo de Bellas Artes, los puentes del Arenal, Deusto, Zubizuri y la pasarela Arrupe.
También hay prevista una actuación de Hortzmuga Teatro en el Museo Marítimo, música vasca en la Universidad de Deusto, un recital de tres pianistas franceses y la danza del coreógrafo vasco Álvaro de la Peña en el museo de Bellas Artes, y un concierto de un grupo tributo de Led Zeppelin en el museo Guggenheim.

miércoles, 10 de junio de 2015

Jeff Koons: «No soy una marca»


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ABC Tv
Ni rastro del divo que esperábamos encontrar. Pero es listo, tiene muchas tablas. A sus 60 años –muy bien llevados, se le ve en plena forma–, es perro viejo. Aguanta el tipo sin despeinarse la melena que luce cuando le haces preguntas comprometidas y molestas. Te devuelve el revés con respuestas más naif que sus esculturas inflables. Le preguntas por dinero, especulación, acusaciones de plagio... y te responde con la caverna de Platón y la comunión entre los seres humanos. Es la pesadilla de todo entrevistador. No hay forma de sacarlo de su guion.
Afable y educado, tiene algo de inquietante más pinta de cirujano plástico de Beverly Hills que de artista. Se ve hoy «con el mismo impulso» que cuando empezó, pero «un gran artista mejora». Se quedó sin abuela. Hemos sabido que todo le inspira, que tiene un Courbet en su dormitorio, que se siente conectado con Velázquez, que le gustan El Greco y Goya, y que sus perros globo esconden un lado oscuro. ¿Como él, quizás?
Murakami, Hirst o usted mismo son grandes empresarios, celebridades manufacturadas. ¿Cuánto de su éxito le debe al marketing? Usted se ha convertido en una marca registrada, como Coca-Cola, Apple o Nike.
–No soy una marca. He tratado de ser el mejor artista posible y mi trabajo es el reflejo de esa búsqueda. No soy ingenuo, sé el mundo en el que vivo y cómo funciona, pero en el arte creo en las ideas más allá de la comercialización.
¿Se considera, al igual que Warhol y Dalí, su mejor creación?
–No. El espectador no interactúa conmigo, sino con mi trabajo.
Hay mucho de exhibicionista en usted. Y no lo digo por sus desnudos en «Made in Heaven» o en «Vanity Fair». Trabajo y vida se funden en una especie de continuo reality show.
–A lo largo de la historia, el arte se ha implicado en cuestiones políticas y sociales, pero sobre todo el arte tiene que ver con la vida diaria. Es una metáfora, un símbolo de lo cotidiano, del día a día. Es ahí donde me siento cómodo.
Da la impresión de que los coleccionistas compran sus obras por inversión, por puro negocio. En algunos casos lo hacen antes siquiera de que las produzca. ¿Le molesta?
–No. No lo podemos controlar todo. Yo trato de hacer obras que sean poderosas, fuertes, entablar ese diálogo con el arte y con el mundo del siglo XXI. Y eso también incluye a los poderes políticos y económicos.
¿Le interesa el caché y pedigrí de sus coleccionistas? «El coleccionista valora mis obras como parte de sus éxitos», dijo en cierta ocasión.
–No sé si dije eso exactamente, pero creo que el arte es como un trofeo. Una vez que la gente observa el arte y entabla un diálogo con él, empieza a comprender su poder, a ver cómo puede cambiar sus vidas. A mí me cambió la vida ver un cuadro de Picasso [desveló ayer a la prensa que en su próxima serie quiere inspirarse en este artista].
¿Cuál fue ese cuadro tan revelador?
–«El beso», de 1969. Es muy difícil vivir con una gran obra de arte y que no te afecte, porque se revela ante ti.
Arte y dinero han ido siempre unidos en su carrera. Fue bróker en Wall Street para financiar sus proyectos. Alguno le llevó a la bancarrota. ¿El dinero es solo un medio para crear arte?
–He querido tener un gran impacto con mi trabajo, pero la recompensa en el arte no es el dinero. Siempre he sido un artista. A los tres años empecé a dibujar. Me licencié en Bellas Artes, me fui a Nueva York y viví la vida de un artista underground. Había que trabajar para costear mis gastos y eso me llevó a Wall Street. Pero mi diálogo con el arte nunca ha tenido que ver con el dinero. Si existe un diálogo con el dinero es debido al éxito que he tenido. El valor que otorgan a mis obras me ha permitido seguir manteniendo ese diálogo con el arte.
Bajo la apariencia naif y frívola de sus trabajos, ¿se halla escondida una burla cínica de los nuevos ricos que compran sus obras para decorar sus mansiones o, en cambio, hay una exaltación de esa sociedad de consumo?
–Hay que tratar de no ver las cosas con prejuicios. Cuando se consigue, se minimiza la ansiedad. En la serie «Lujo y degradación» hablo de esos temas: el lujo, el poder... Pero mi trabajo tiene que ver con disfrutar de la energía de la vida.
¿No cree arriesgado cruzar esa delgada línea que separa la apropiación y el plagio?
–Si tratas de convertirte en un mejor artista, en desarrollar una mayor libertad, un nuevo vocabulario... no es arriesgado. Si no quieres entablar ese diálogo profundo, sí sería arriesgado. Yo no he creído nunca en la apropiación, sino en el concepto del objeto encontrado, el readymade. No tengo esa sensación de apropiación. Si tengo que pedir autorización y permisos, lo hago.
Pero ha tenido demandas y el Pompidou retiró un par de obras.
–Sí, es cierto. He sido demandado, pero no por plagio, sino por violación de copyright en una serie de hace muchos años, «Banalidad». Es un trabajo inspirado en el dadaísmo, el pop art. Las obras de los artistas del Renacimiento también hacen referencias a otras obras. Man Ray, Picasso, Duchamp, Warhol... Todo se basa en el readymade.
La crítica se ha ensañado con usted: tildan su trabajo de kitsch, vulgar, ostentoso y de mal gusto...
–La crítica me ha apoyado muchísimo. Mi trabajo no cree en lo kitsch ni en los juicios de valor, sino en la aceptación. Si no aceptan su propia historia, la cultura les va a enajenar. Mi trabajo trata de liberar a las personas de las dudas que tengan de su historia cultural.
¿Hay rivalidad con Damien Hirst por el trono del arte contemporáneo?
–Damien es amigo mio, no es un rival. Disfrutamos con nuestros trabajos, tenemos obras uno del otro. Nunca ha existido esa rivalidad.
¿Pagaría 58,5 millones por uno de sus perros globo?
–Tenemos que pensar en quién ha pagado ese dinero. Sus medios económicos son tan inmensos que sería para nosotros como pagar mil dólares. Es cuestión de escala. Yo he pagado grandes cantidades de dinero por obras que quería proteger para el futuro. Coleccionar algo tan significativo como el arte, que es una fuente de información de la historia humana, es hermoso.
¿Se ha inventado a sí mismo o es un invento de ese mago de la mercadotecnia llamado Larry Gagosian?
–Larry es amigo y un gran marchante, pero hay otros cuya relevancia en mi carreta ha sido más extrema. Es el caso de Ileana Sonnabend, cuyo apoyo fue constante. Tenía una fuerza increíble.
Dedica dos series a personajes como Popeye y Hulk. ¿Son un alter ego de Jeff Koons? Son poderosos físicamente, rebosantes de testosterona...
–Pienso en Popeye como una imagen del poder transformador del arte. El arte es como las espinacas que consume: él se las come y se transforma. Con Hulk quería entablar un diálogo entre la cultura oriental y la occidental. Pensaba que Hulk es como un dios guardián, muy poderoso; puede ser amable o aterrador.
Además del pop y el dadaísmo, su trabajo hunde sus raíces en el barroco.
–De niño tuve experiencias teológicas, abstracciones etéreas, visitando iglesias por Europa. El barroco tiene esa polaridad entre lo eterno y lo biológico. Adoro el barroco, es fantástico sentir conexión con artistas como Velázquez.
¿Se ha quitado en Bilbao la espinita que tenía clavada por la cancelación de su muestra en el Guggenheim de Nueva York en 1996?
–Me siento muy feliz con esta exposición. Mis obras nunca han resultado tan elegantes y nunca ha funcionado la escala de mis obras con tanta generosidad como en este edificio. Me he dado cuenta de lo importante que es «Puppy» para la gente de Bilbao, lo bien que lo han acogido en sus vidas.

martes, 9 de junio de 2015

'Territorios', Premio Nacional al Fomento de la Lectura





‘Territorios de la Cultura’, el suplemento semanal del diario El Correo, ha sido galardonado con el Premio Nacional al Fomento de la Lectura 2015. Un galardón que esta publicación del diario vizcaíno del grupo Vocento comparte con la Fundación Alonso Quijano. Concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, el premio reconoce "el inestimable papel que diferentes personas y entidades pueden desempeñar en el fomento del hábito lector". De carácter honorífico, carece de dotación económica.
Dirigido por César Coca y a punto de cumplir mil números, se distingue a ‘Territorios’ "por ser un referente nacional del periodismo cultural". El jurado destaca en su acta como sus responsables "han dado siempre, con rigor e independencia, una relevancia especial a la lectura". El suplemento se rige "por la voluntad de difundir la cultura de una manera sencilla que no superficial, conscientes de que el pensamiento que la soporta se encuentra en los libros".
Por las 16 páginas semanales de ‘Territorios’, suplemento que El Correo publica desde 1996, han pasado prestigiosos colaboradores, entre los que se encuentran las voces más representativas de la cultura vasca, tanto en castellano como en euskera. Nombres como Fernando Aramburu, Felipe Juaristi, Elena Sierra o José María Romera, entre muchos otros.
El jurado destaca también la calidad de sus excelentes monográficos como los dedicados a los 50 años de la revolución cubana, los 400 años del Quijote, los diez del museo Guggenheim de Bilbao, el 75 aniversario de la Guerra Civil o el dedicado a Miguel de Unamuno y sus artículos, entre los que destaca ‘Vivir del cuento es posible’ de Eduardo Laporte. En 2006 ‘Territorios’ recibió el premio Atlántida que otorgan los editores de Cataluña y en 2011 fue galardonado con el premio al Fomento de la Lectura que le concedió la Federación de Gremios de Editores de España (FGEE).
La Fundación Alonso Quijano para el fomento de la lectura recibe, por su parte, la distinción por su «trayectoria e independencia» y «su labor de promoción de la lectura desde la sociedad civil aunando la colaboración privada e institucional». Constituida en el año 2000 en Málaga, es una institución privada e independiente y sin ánimo de lucro. Pretende «contribuir al desarrollo integral del ser humano mediante la promoción de iniciativas culturales y educativas, especialmente las orientadas al fomento de la lectura». Actúa en toda España y realiza algunas actividades de carácter internacional, como el envío de libros a diversos países del mundo en colaboración con ONG.
Desarrolla campañas como ‘Mejora con los libros’, que promueve la lectura entre menores hospitalizados en Málaga; la enseñanza gratuita de español para inmigrantes adultos; el fomento la creatividad artística a través del concurso de fotografía ‘Momentos de lectura’; la publicación trimestral de la revista Mi Biblioteca; las Mini Bibliotecas Alonso Quijano y actividades de formación como cursos, conferencias y seminarios relacionados con el fomento de la lectura.

lunes, 8 de junio de 2015

Lecciones para un Bilbao creativo



La cita con el afamado consultor David Parrish tiene lugar en Zorrozaurre, un entorno industrial y semidegradado, último reducto del Bilbao de otros tiempos, llamado a albergar un barrio moderno e innovador, envidia de cualquier ciudad. Todavía queda tiempo para que rompa el cordón umbilical con Deusto y se convierta en esa isla urbana con la que soñaba Iñaki Azkuna. «Pero aquí se esconde uno de los grandes desconocidos de Bilbao», apunta Derek Doyle, el cónsul británico en la ciudad, que ejerce de anfitrión de Parrish, uno de los grandes expertos mundiales en el asesoramiento de emprendedores creativos.
Doyle tiene razón. En el número 70 de la Ribera de Deusto permanece en pie la antigua fábrica de galletas de Artiach. Ya no huele a azúcar, ni a repostería, ni a nada que se le parezca, pero persiste el aroma a ese Bilbao industrial que poco a poco ha ido desapareciendo. Ahora esta antigua factoría acoge el Espacio Open, un punto de encuentro para la industria creativa, esa que algún día promete ser uno de los referentes del Bilbao del siglo XXI.
David Parrish ya ha visitado la capital vizcaína otras nueve veces. Le habían hablado de este lugar y ha querido visitarlo. «Quiero conocer más acerca de los proyectos creativos que se están desarrollando en Bilbao y creo que éste es un espacio interesante para hacerlo», explica mientras observa, curioso, todo lo que le rodea. «Esta fábrica ha estado vacía durante muchísimos años. Situaciones como ésta suponen un gran problema para muchas ciudades, porque implica un enorme desperdicio de recursos», señala.

Parrish pone como ejemplo
 Liverpool, una ciudad que él conoce bien y que tiene bastantes paralelismos con Bilbao. Ambas gozan de una tradición portuaria e industrial importante y ambas se han descubierto con la necesidad de superar esa etapa con éxito. La clave, según este experto consultor, es la evolución hacia nuevos modelos de negocio sin perder la tradición ni la herencia dejada por las industrias tradicionales. Hace uno años, las autoridades de Liverpool apostaron por rehabilitar un viejo espacio industrial llamado Baltic Triangle y transformarlo en un área dedicada a la industria creativa. «Las administraciones públicas deben ayudar a impulsar este tipo de zonas», recalca Parrish, que ha aprovechado su visita a Bilbao para, entre otros menesteres, presentar su libro Chase one rabbit: Marketing estratégico para el éxito en los negocios.Parrish incide mucho en la importancia de generar entornos favorables para estas empresas, pese a su capacidad innata de supervivencia. «Las industrias creativas tienen la capacidad de salir adelante en casi cualquier entorno, pero siempre se ven muy beneficiadas por el cluster effect», explica. Con ese concepto se refiere a la retroalimentación de profesionales de diferentes ramas, diferentes pero complementarias, que trabajan en un espacio común. «Un diseñador web puede necesitar un realizador de vídeos, un ilustrador o un experto en animación», ejemplifica. En cierta medida, uno de los planes que Bilbao tiene para el futuro Zorrozaurre.
Puntualiza que su labor se centra en el asesoramiento a las empresas creativas -el día anterior a la entrevista realizó un taller junto a emprendedores de Bilbao Ekintza- cuando se le pregunta por el papel que pueden desempeñar las administraciones. Realizado el apunte, se lanza al ruedo: «Hay que olvidar ese sueño de que una empresa se instale en una ciudad y genere cientos de puestos de trabajo. Por desgracia, eso no va a funcionar así».
Parrish tiene claro que los puestos de trabajo los van a generar las pequeñas empresas o micropymes. ¿Qué se debe hacer con ellas? «Para los políticos y los medios de comunicación es muy sencillo no hacer demasiado caso a estas empresas. Pero en conjunto, todas ellas crean más trabajos probablemente que las viejas industrias».
Considera que Bilbao está recorriendo el camino correcto, que es una ciudad que facilita «un buen entorno de trabajo para los emprendedores». Y apunta: «Puede que estas personas vistan con vaqueros y camisetas en lugar de zapatos y corbatas. Pero pueden ser de igual manera personas inteligentes y brillantes en su trabajo». Las apariencias engañan.

domingo, 7 de junio de 2015

La cúpula de la red museística se reúne el martes en Bilbao




PARA la Solomon R. Guggenheim de Nueva York, el museo de Bilbao no es uno más. Es el gran compañero de viaje. Así lo dejaron bien claro tras la renovación de la colaboración entre ambos socios por otros veinte años el pasado mes de diciembre. Y así lo volverán a poner en valor esta semana, cuando Bilbao se convierta en la sede de la Conferencia Estratégica de la Constelación Guggenheim.
Una delegación de la cúpula de todos los museos de la red museística visitará la capital vizcaina para celebrar una asamblea en la que se debatirá sobre la gestión y las políticas destinadas a mejorar la coordinación de los esfuerzos entre Bilbao, Venecia, Nueva York y Abu Dabi, cuyo museo se está construyendo.
Tal y como está previsto en la renovación del acuerdo, se celebrará una reunión anualmente y en esta ocasión se ha elegido Bilbao para conmemorar la prórroga de “esta alianza histórica”. Además, coincide el encuentro con la inauguración de la exitosa retrospectiva de Jeff Koons, que finaliza su periplo en Bilbao tras su paso por Nueva York y París.
Mañana visitarán el museo pero será el martes cuando mantendrán varias reuniones de trabajo, con el objetivo de fortalecer los museos a nivel global a través del intercambio y las iniciativas conjuntas. “El Guggenheim se ha convertido en sinónimo de experiencias excepcionales en sus múltiples museos -Bilbao, Venecia, Berlín durante 15 años, y, desde luego, en Nueva York- . El público, en general, reconoce y confía en todos estos Guggenheim para ofrecer visitas memorables, y muchos visitantes no sólo acuden habitualmente a exposiciones, algunos incluso visitan todos los Guggenheim del mundo”, explicaba a DEIA recientemente Richard Armstrong, que liderará la delegación que viaja a Bilbao como director de la Fundación Solomon R. Guggenheim de Nueva York. También participarán en el encuentro Ari Wiseman, adjunto al director de la Solomon y Philip Rylands, de la Peggy Guggenheim de Venecia, además de otros patronos neoyorquinos y representantes de museos de la red. Estarán también Juan Ignacio Vidarte, como director del Guggenheim Bilbao y responsable de Estrategia Global de la Solomon R. Guggenheim; y Jon Azua, en representación de las instituciones vascas en el Patronato neoyorquino.
Pero además de reuniones de trabajo, la delegación tendrá oportunidad de conocer el Efecto Bilbao y el papel que el Guggenheim ha jugado en el proceso de transformación y revitalización de la capital vizcaina. Durante el martes, realizarán visitas a la ciudad y, además, serán recibidos en la Diputación de Bizkaia.
KOONS, EL OTRO PROTAGONISTA La visita coincidirá también con el Patronato de la Fundación del Guggenheim Bilbao, presidido por el lehendakari Urkullu, que se celebrará mañana antes de la inauguración oficial de la retrospectiva que el museo dedicará a Jeff Koons; una exposición que acaba su periplo internacional en Bilbao y que ha cosechado un gran éxito de público y crítica en el Museo Whitney de Nueva York y que ha pulverizado récords de asistencia en el Pompidou de París.
Dicen del creador de Puppy que ha puesto patas arriba las bases del arte y que se ha convertido en el Andy Warhol actual. Koons, el artista más cotizado del mundo, tiene más de cien empleados en su estudio neoyorquino y los museos le tratan con reverencia.
En la retrospectiva, que se abrirá al público el martes en el Guggenheim, se podrán ver casi 150 piezas realizadas por Koons desde 1978 hasta hoy, entre las que se encuentran sus trabajos más icónicos y sus series más significativas, dispuestas en la primera y la segunda planta del museo en orden cronológico.
Organizada por el Whitney Museum of American Art de Nueva York, en colaboración con el Centre Pompidou de París y el Guggenheim Bilbao, en esta muestra el público podrá conocer el universo creativo del artista: sus enormes masas de plastilina, sus esculturas hinchables, sus brillantes esferas azules, realizadas en vidrio soplado artesanalmente que captan el reflejo de lo que sucede alrededor, sus conejos y perros que simulan gigantescos globos...
La muestra reúne piezas tan conocidas como su serie pornográfica Made in Heaven (1989-1991), realizada junto a su entonces esposa, la actriz porno Cicciolina; sus esculturas Michael Jackson and Bubbles,Hulk (2014-2014) y Popeye (2002) o esculturas de su última serie,Antigüedad, que reproducen estatuas clásicas de la Roma y la Grecia antiguas. En palabras del artista: “Me siento increíblemente fuerte cuando creo mis obras. Por eso, para mí el arte es ampliar mis límites en la vida. Y confío en que mi trabajo dé al espectador una medida de las posibilidades que le abre su futuro de la misma manera que me lo hace a mí”.
Para culminar los encuentros de la constelación Guggenheim se celebrará una cena de gala en honor a Jeff Koons.