sábado, 26 de diciembre de 2015

“Mi barrio olía a galleta”






HAY recuerdos, sensaciones que por mucho que pasen los años no se borran fácilmente de la memoria. “Mi barrio olía a galleta”, dice con orgullo Libe Irisarri, aquella niña que creció saboreando en sueños Los mimos, -galletas cubiertas de chocolate y envueltas en papel de plata- por las que se moría, pero que eran demasiado caras. “Compraba las galletas rotas, que eran más baratas”, recuerda Irisarri. “Me arrimaba a las galleteras porque me fascinaba el olor rico que tenían”. También el aroma a galleta sigue vivo en el recuerdo de Aurori Gallego, de 82 años, quien además de ser de la Ribera de Deusto, trabajó durante una década en la antigua fábrica de Artiach. “Mi marido, que entonces era mi novio, me decía: Aurori, hueles a vainilla”, comenta con una pícara sonrisa. Y es que la galletera está ligada a la historia de este zona de la villa, es parte indisoluble de la memoria de Bilbao y de un barrio singular que hoy no se resigna a olvidar lo que fue para avanzar en su desarrollo. 
El olor a galleta marcó la juventud de muchas de las personas que trabajaron o vivieron en los alrededores de la fábrica de Artiach, en la Ribera de Deusto. Treinta y dos años después de que una riada anegase la empresa y fuera traslada al municipio vizcaino de Orozko, hay quien rememora aquellos dulces años. En la empresa trabajaron más de 800 empleados, la mayoría mujeres y que fueron popularmente conocidas como las galleteras. De hecho fueron de las primeras empresas en donde trabajaron ellas, el resto eran industrias metalúrgicas con tareas dirigidas a los hombres. Aurori recuerda que sus años de juventud fueron complicados. “En casa había necesidad y después de trabajar limpiando portales un día decidí acercarme por la galletera a pedir trabajo”, explica. “Tuve suerte”, comenta. Era una niña cuando se vistió por primera vez con la bata blanca. Tan solo tenía 14 años cuando pisó por primera vez la empresa. La mayor de tres hermanos le tocó ayudar a su madre. “El sueldo, 450 pesetas al mes, entregaba en casa”, relata. “Éramos muy pobres. Mi madre fue una luchadora que también trabajó en la galletera cuando estaba en Bilbao La Vieja”, cuenta. 
Aurori Gallego salió de la empresa en junio del 57, después de una década elaborando envases de plástico para las galletas. Fue el año en el que se casó con Rafa y, según cuenta, “una vez desposadas las mujeres dejábamos de trabajar”. Aurori cobró la dote -a ella por diez años le correspondieron 10.000 de las antiguas pesetas-. “Muchas veces he pensado lo que habría sido de mi vida si hubiese seguido trabajando en la galletera”, dice. “No lo sabré nunca. Me quedo con los recuerdos, con el cuerno (la sirena) que sonaba para avisar a las empleadas. “Vivía al lado. Cuando sonaba a las 8.00 salía de casa y en un minuto estaba en mi puesto”, comenta. 
La fábrica de galletas Artiach endulzó Bilbao durante ochenta años. La fábrica era autosuficiente, tenía su propios laboratorios, talleres de mecánica, carpintería para fabricar los envases de las galletas, guardería, e incluso una granja con 20.000 gallinas para garantizar el suministro de huevos. “La granja de gallinas no estaba aquí, yo por lo menos no la recuerdo. En cambio, sí me acuerdo los cerdos que criaban para la manteca”, rememora Aurori. 
PORTÓN DE LA ZONA NOBLE Una puerta de madera daba acceso a la zona noble de la fábrica. Un espacio restringido a la que solo accedían los responsables de la empresa y los empleados de oficinas. Con dificultad, Aurori ha entrado por primera vez en este espacio, con techos altos con madera y arcos sobre pilares. “La galleteras entrábamos por un lateral”, dice Aurori. Aquí (en el acceso a la empresa) nunca había estado”, dice. Aurori suspira. Se hace un silencio. ¡Ay, cuántos años han pasado!, comenta mirando el libro Las galleteras de Deusto. Mujer y trabajo en el Bilbao Industrial, editado hace unos años por BBK y el Ayuntamiento de Bilbao. “Muchas veces he pensado qué habría sido de mí si hubiese seguido en la galletera”, apunta. Y prosigue: “No lo sabré nunca”, apostilla. Solo quedan dulces recuerdos. El ir y venir de mujeres con batas blancas y cofias, sus canciones, el verlas apoyadas en el pretil al borde la ría tomando el sol, el olor dulce que dejaban en el trolebús... mil imágenes que han quedado grabadas no solo en la retina de Libe y de Aurori, sino la de cientos de personas. Ni quiera la diabetes le impide darse un dulce capricho de vez en cuando. “No voy a dejar de comer galletas”, dicen, pero eso sí, según Aurori, el sabor de las Chiquilín, “aunque son muy ricas, no es el mismo”, lanza.

Exposición









viernes, 25 de diciembre de 2015

Achúcarro regresa al Arriaga para honrar a Bach



Hace apenas tres meses, Joaquín Achúcarro visitada su ciudad para acompañar a la Orquesta Sinfónica de Bilbao en el estreno de su temporada. En aquella ocasión fueron dos sesiones intensas (8 y 9 de octubre) en las que invocó a Manuel de Falla con una pieza que conoce y domina a la perfección: Noches en los jardines de España. El Palacio Euskalduna vibró con la interpretación y el público respondió con un aplauso dilatado. 
Ahora, el maestro regresa a la ciudad que le vio nacer, y lo hará el 10 de enero. El Teatro Arriaga le espera con los brazos abiertos y Achúcarro replicará con un programa para piano titulado De Bach a Gershwin, que incluye piezas de los dos artistas y también otras de compositores como Chopin, Granados o Albeniz, entre otros. 
Desde el teatro aseguran que Achúcarro acudirá al Arriaga “feliz por citarse de nuevo con su público de Bilbao y muy orgulloso tras haber sido honrado recientemente con un reconocimiento muy especial por parte de la revista francesa Diapason”. En su número de octubre, esta publicación ha incluido una grabación de Joaquín Achúcarro entre Les 100 plus beaux disques de piano de tous les temps, en una lista en la que también aparecen pianistas como Rachmaninoff, Horowitz, Rubinstein, Cortot, Richter, Arrau, Gould, Larrocha, Brendel, Argerich, Pollini, Perahia o Zimerman. En concreto, se trata de su interpretación del Concerto Macabre del autor Bernard Herrmann. 
Además, hace unos meses la International Astronomical Union (IAU) decidió nombrar al miniplanet 2131 con el nombre Joaquín Achúcarro, en homenaje a su trayectoria. 
El pianista lleva dos años sin parar, viviendo en aeropuertos y aprovechando los vuelos para dormir. 2014 y 2015 han sido dos años muy intensos en cuanto a conciertos, y el maestro se ha prodigado en Estados Unidos, Francia, Italia, Argentina, Taiwán, Japón, Gran Bretaña, Suiza, Portugal o China. Entre estos conciertos, el intérprete visitó Bilbao para participar, el pasado 31 de mayo, en la gala del 125º aniversario del Arriaga, y más tarde, en octubre, en el citado concierto del Euskalduna. 
HIJO PREDILECTO Nacido en Bilbao en 1936 e hijo predilecto de la Villa desde 2004, Achúcarro destacó durante sus tiempos de estudiante con premios internacionales en España, Francia, Italia y Suiza. Fue a partir de su victoria de 1959 en el Concurso Internacional de Liverpool y de su debut con la London Symphony en el Royal Festival Hall cuando despegó su carrera. En 2000 fue nombrado Artist for Peace por la UNESCO. Además y entre otras cosas, es Accademico ad Honorem de la Accademia Chigiana de Siena y en España ha recibido La Medalla de Oro a las Bellas Artes, el Premio Nacional y la Gran Cruz del Mérito Civil.

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Gritar a pleno pulmón el orgullo de ser Ilustres de Bilbao


  •  
Emilio Sagi, Karmele Goñi, Txetxu Rojo, Juan Mari Aburto, Joseba Alberdi Basterretxea, Hugo Baroja, Nikole Bayo, Marta Bayo y Alfonso Santiago. Fotos: Pablo Viñas
Emilio Sagi, Karmele Goñi, Txetxu Rojo, Juan Mari Aburto, Joseba Alberdi Basterretxea, Hugo Baroja, Nikole Bayo, Marta Bayo y Alfonso Santiago. Fotos: Pablo Viñas

  • Quien fuera gerente del Athletic, Fernando Otxoa, junto con Josu Bergara, dos protagonistas del Bilbao de hace unos años.
  • Ignacio Erice, Miguel Ángel Lujua, Asís Canales, Asier Atutxa y Vicente Atxa.
  • Enma Jiménez y  el pianista universal, Joaquín Achúcarro, son dos asiduos a la cita con la tradicional ceremonia navideña.
  • Gritar a pleno pulmón el orgullo de ser de Bilbao. Fotos: Pablo Viñas
SE nos escapa a gritos ese orgullo de ser bilbainos y bilbainas”. Si el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, hubiese lanzado un irrintzi al acabar esa sentencia con la que saludó a los nuevos seis Ilustres de Bilbao se inunda de lágrimas el Salón Árabe del Ayuntamiento de Bilbao. No en vano, la tarde de los abrazos se vivió a flor de piel. Y si la historiadora y etnógrafa Karmele Goñi agradecía la distinción en euskera con timbre temblón en la voz y un brillo en los ojos, a Txetxu Rojo le bailaban los labios al recordar cómo estuvo “siempre donde quise estar” (el propio alcalde recordó sus 17 años de fidelidad y su carácter de “mito, de gran capitán”, al recordar que “casi me pegué de joven por defenderle...”) y evocar sus primeros años de técnico, “con los niños que te miraban de aquella manera, con los ojos abiertos y ganas de preguntar. Aquello era puro Athletic”. Nikole Bayo, en nombre las pastelerías Martina de Zuricalday, también se estremeció al recordar “las seis generaciones de la familia” que han trabajado “en un lugar mágico gracias a Martina, una mujer que hizo dulces cuando ni siquiera podía abrir una cuenta en el banco” y pregonar a los cuatro vientos que “Bilbao no existe sin dulces”, y Emilio Sagi admitió que casi se atraganta al recibir la llamada del alcalde. El director del Teatro Arriaga, que anuncia su inminente marcha, agradeció “al pueblo de Bilbao haber mantenido en pie el teatro 125 años, tanto ante la ópera contemporánea más abstrusa al cabaret”. 
Ya ven, Alfonso Santiago, se sumó al clan de los agradecimientos confesándose “hombre de equipo que se entrega a tanto que a veces se olvida de vivir” antes de agradecerle a Marcos Muro su apoyo incondicional a la cultura. “Si hubiese muchos marcos el mundo sería mejor”, dijo. Brotaban los discursos desde el hondón del alma, desde ese mismo balcón del que habló Hugo Baroja, presidente de Gorabide, y al que se asomó Joseba Alberdi Basterretxea para pronunciar, desde su condición de ser humano “sin adjetivos”, como lo definió el propio alcalde, aquellas palabras. “No somos tan guapos como Jon Kortajarena, ni tan marchosos como Fito Cabrales (...) Pero queremos a Bilbao y sentimos que Bilbao nos quiere.” Lo dicho: quien no se emocionó es porque tiene el corazón de piedra. 
A ni uno solo de los presentes puede acusársele de ello, de ser de plomo. A la cita con este tradicional encuentro navideño en el que Bilbao abraza a los suyos acudieron en tropel. Cómo no hacerlo si el propio Juan Mari recordaba a los homenajeados que “otros hombres y mujeres os han precedido con honor, con valor y con amor. Pero sobre todo con amor. Amor a Bilbao”. Se ama a la gente que ama. 
Entre los asistentes se encontraban la inmensa mayoría de la concejalía y políticos que cortan y confeccionan el Bilbao de hoy para que luzca mañana, Ibon Areso; el presidente del TSJPV, Juan Luis Ibarra; el fiscal superior del País Vasco, Juan Calparsoro; el bilbaino más universal que aún vive, Joaquín Achúcarro, acompañado por Enma Jiménez, Ignacio Erice, José Ángel Rojo, ‘Pekele’; Marta Bayo, quien acompañó a Nikole en el estrado; Pedro Luis Uriarte, Carmen Muñoz, Emiliana Uranga, Guadalupe Gutiérrez, Hipólito Suárez; el rector de Mondragon Unibertsitatea, Vicente Atxa; el director general de IMQ, Miguel Ángel Lujua, Asis Canales, Asier Atutxa, José Ángel Corres,vicepresidente del Athletic; Fernando Otxoa, Dani, Miguel Gutiérrez, Josu Bergara, Josu Ariztondo y una legión de admiradores de Bilbao y sus gentes. 
A la cita se sumaron el presidente de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao, Juan Goiria; el presidente de BBK, Xabier Sagredo; Virginia Berasategi, Gorka Martínez, Antonio Barandiaran, alma, corazón y vida de La Misericordia; Carolina Pérez Toledo, Matilde Elexpuru, María Caballero, Yolanda Aberasturi, Guillermo Malaina, las actrices Gurutze Beitia e Itziar LazkanoAndoni Olivares, el director del Museo de Bellas Artes de Bilbao, Javier Viar; Fernando Lamikiz, la diseñadora Mercedes de Miguel, Txema Franco, el presidente de la Fundación Sabino Arana, Juan Mari Atutxa; Irune Zuluaga, Juan Mari Sáenz de Buruaga, José Antonio Zarate, Javier Ortega, Miguel Martínez, María Jesús Agirre, Gotzone Madariaga, Juan Carlos Mendizabal y un buen número de actores principales y de reparto, de apuntadores y tramoyistas; de acomodadores y gente de la taquilla. De todo el pueblo que hace de Bilbao la mejor obra de teatro de nuestra vida.

martes, 22 de diciembre de 2015

PRESENTACIÓN ABIERTA DONOSTIA 2016

Azkuna Zentroa: invitación
Donostia2016
Donostia 2016

29 de diciembre, a las 19:00h.
Atrio de las Culturas.
Entrada libre.
Quedan pocos días para que Donostia/San Sebastián se convierta en Capital Europea de la Cultura. Promover la "cultura para convivir" es la premisa en torno a la cual se ha construido la programación.
Nos gustaría contar con tu compañía en la presentación del programa oficial en Bilbao, ya que tú también puedes ser parte fundamental de un proyecto que se extiende más allá de la capital guipuzcoana para diseminarse por toda Europa.
La presentación tendrá lugar en el Atrio de Azkuna Zentroa el martes 29 de diciembre, a las 19:00 horas.
En esta presentación participarán:
Juan Mari Aburto, Alcalde de Bilbao.
Eneko Goia, Alcalde de Donostia/San Sebastián.
Pablo Berástegui, Director General de DSS2016EU.
Xabier Paya, Director del Programa Cultural de DSS2016EU.

lunes, 21 de diciembre de 2015

Un alicantino al frente del festival de cine de Bilbao, Zinegoak













Acaba de terminar en Valencia la séptima edición del Humans Fets, el festival de cine sobre derechos humanos, que este año ha creado una nueva sección, Sección Humans, dedicada fundamentalmente al tema de la diversidad en todas sus perspectivas. Zinegoak, el festival de cine y artes escénicas gaylesbotrans de Bilbao, ha inaugurado la sección. Al frente del festival, Pau G. Guillén, un alicantino afincado en Bilbao desde hace 8 años, los últimos cinco dirigiendo este acreditado festival.
“Me fui a Bilbao tras la llamada de un amigo director que necesitaba un productor para su película”, explica Guillen. “Ese proyecto nos llevó seleccionados hasta la Berlinale y a recorrer medio mundo en más de un centenar de festivales. Después de esa primera aventura cinematográfica, fui enlazando distintos trabajos siempre ligados con el cine y la producción, cortometrajes, documentales, dos largometrajes más y la producción de Zinegoak”, añade.
Estudió Audiovisual en Valencia, trabajó primero como ayudante y luego como productor en Canal 9 y en diferentes productoras de la Comunidad, de Ibiza y Madrid. Hasta que llegó la propuesta de Bilbao también produjo cortos y documentales, siempre relacionados con temática social, algunos de ellos reconocidos con diferentes premios nacionales e internacionales.
A pesar de no haberse desvinculado del todo del audiovisual valenciano, su trayectoria profesional sigue desarrollándose en Euskadi. ”Disfruto mucho trabajando allí donde siempre he sentido que hay una conciencia mucho mayor de lo útil que es la cultura para la sensibilización”, dice Guillén. “Siempre que puedo vuelvo a Valencia y realmente se notan los nuevos aires y las ganas de hacer cosas y no me importaría volver a trabajar con algún proyecto similar y compaginarlo con mi vida bilbaína”, agrega el director.
Zinegoak empezó en el año 2004 y basa su programación en el cine de calidad con películas elegidas entre los mejores certámenes internacionales. Cuenta también con actividades paralelas que sirven de escaparate sobre la diversidad sexual, la identidad y las miradas de género. Se trata de un festival que se desarrolla en más de 10 sedes de toda la ciudad, algunas de ellas tan importantes como el teatro Arriaga o el museo Guggenheim y que aspira a llegar a los 10.000 espectadores en la edición de 2016. Con más de 100 obras proyectadas, 25 invitados, conciertos, teatro, fiestas… la actividad se nota en toda la ciudad.
“Nos gusta mimar a los invitados, gente como Agustin Almodovar, Rosa Maria Sardá, Eloy de la Iglesia o el alicantino Miguel Albaladejo han pasado por Zinegoak, y se han marchado encantados, con el festival y con la acogida de la ciudad”, cuenta Pau G. Guillén. “Con ellos se dan situaciones divertidas como con Bruce LaBruce, un director canadiense de cine underground y con gran carga sexual, que no podía creer que fuéramos a proyectar todas sus películas en Bilborock, una antigua iglesia ahora desacralizada”, rememora Guillén.
La petición por parte del Humans Fest de inaugurar la nueva sección, le ha permitido trabajar de nuevo en Valencia. Posiblemente para llenar el vacío cultural consecuencia de las políticas de estos últimos tiempos, las iniciativas de asociaciones, particulares, o fundaciones, como es el caso de Humans Fets, han crecido más que nunca. “Habitualmente participamos y colaboramos con casi todas aquellas iniciativas que nos lo proponen”, explica Guillén. “Es básico para crear redes y sinergias y este año, además de con Humans, hemos realizado colaboraciones de cine LGTB en México, Ecuador, Italia entre otros países, y aquí en Valencia también lo hemos hecho con el Col·lectiu Lambda en la organización de su primera Mostra de cortos y documentales “La Ploma”, añade el director.
Hacer cine es muy complicado y si ese cine se aleja del llamado comercial, lo es todavía más. Pau G. Guillén, sin embargo, ha apostado por ello y sigue trabajando para que esa complejidad sea cada vez menor. “Es importante dar valor a historias que hablan de diversidad y que se alejan de las normas y convenciones y es importante tratar a ese cine con cariño y sobre todo darlo a conocer”, opina el director”. El trabajo que hace Zinegoak es utilizarlo para sensibilizar y mostrar que no todos somos tan diferentes. Al fin y al cabo entender aquello que nos es ajeno, es el primer paso para empezar a perderle el miedo”, concluye Guillén.




    36 horas en Bilbao, según 'The New York Times'








    36 horas en Bilbao. No es el título de una nueva película de acción sino el de un completo reportaje que el prestigioso periódico norteamericano 'New York Times' dedica a la capital vízcaína, dentro de su famosa serie '36 hours in...'. En el vídeo grabado por el diario destaca la profunda renovación acometida por el Ayuntamiento para dotar a la ciudad de una personalidad propia y acorde con lo que se espera de una gran urbe del siglo XXI. 
    ¿Y qué se puede hacer en 36 horas por Bilbao? De todo. Pasear por sus barrios reformados, tomar el sol en las zonas verdes que salpican la ciudad, viajar en un modernista suburbano y, sobre todo, comer. De hecho, dedican gran parte del vídeo a explicar la numerosa oferta gastronómica que va desde los famosos pinchos en locales de toda la vida hasta los restaurantes de la alta cocina vasca disponibles en la capital vizcaína. Y es que, como se puede comprobar, 36 horas dan para mucho. Y sobre todo en Bilbao.

    domingo, 20 de diciembre de 2015

    ‘Unbranded’, ganadora del Bilbao Mendi Film 2015


    •  
    •  
    Imagen de la película ‘Unbranded’, ganadora de la octava edición del Bilbao Mendi Film.

    Bilbao Mendi Film Festival 2015 llega a su fin y, tras la proyección de 43 películas de la sección oficial a lo largo de nueve días, el jurado, formado por Lara Izagirre, Pablo Iraburu, Adam Howard, Michael Pause y Wokciech Fusek, decidió ayer entregar el Eguzkilore de Oro a Unbranded. La película de Phillip Baribeau se llevó los 6.000 euros del primer premio por su impresionante fotografía, su guion impredecible y cautivador y su magnífica dirección. 
    El premio al mejor film en euskara recayó en el joven Xanti Ugarte por su trabajo Urzulo, “por su guion marcado y potente, por la dificultad de grabar en la oscuridad y por el espíritu de querer conocer lugares inexplorados en Euskadi”, justificó el jurado. 
    El premio de mejor directora fue para Eliza Kubarska, por haber realizado un filme diferente. La directora hace que la audiencia sienta emociones que raramente se ven en películas de montaña, “y hemos apreciado ese punto de vista diferente”, aseguró el jurado. Meru, la película que ha agotado las entradas tanto en la inauguración en el Palacio Euskalduna, como en los Cines Golem-Alhóndiga, recibiendo un total de 740 asistentes en sus proyecciones, recibió el premio a la mejor fotografía. 
    El premio al mejor guion fue otorgado a Snowman, por su capacidad para contar objetivamente la historia del protagonista y su amigo de la infancia de una manera nada artificial ni típica, tal y como apuntó el jurado. El galardón al mejor cortometraje fue para High and Mighty, por dar a conocer de manera peligrosa la cultura de la escalada de dificultad, y hacerlo de una forma rápida y constante, contando la historia con un escenario de roca verdaderamente innovador. 
    AVENTURA Este año el premio del jurado se le otorgó a Suspentes et cordes de violon au Pakistan, ya que captura el espíritu de la aventura en las montañas y hace posible un viaje en solitario con una sola cámara, un violín y un parapente. El Eguzkilore a la mejor película de montaña lo consiguió Jurek, por otorgar un tributo justo a la vida de uno de los alpinistas más importantes y desconocidos en la historia del alpinismo polaco, Jurek Kukuzka. El premio a la película de escalada lo obtuvo A line across the sky, por su capacidad de contar en tan sólo 17 minutos una de las actividades más importantes de la década con dos de los mejores escaladores del momento. 
    Reach your limits logró el galardón a la mejor película de deporte y aventura, por mantener la emoción de principio a fin y por no quedarse solamente con el aspecto deportivo, sino ahondar también en la figura del héroe. Por último, la película ganadora del premio de cultura de naturaleza y montaña fue Sunakali, por la importancia de su historia, en la que unas niñas nepalíes persiguen su sueño de jugar a fútbol en un entorno complicado. 
    Hoy se proyectarán en la Sala BBK (Gran Vía 19-21, Bilbao) las sesiones non-stop con las películas premiadas. A las 12:00 A line across the sky y Jurek, a las 15:00 Urzulo y K2 touching the sky, a las 17:15 Unbranded y a las 19:30 High and mighty y Meru.