martes, 16 de febrero de 2016

'El aldeano de Bakio' vuelve a Bilbao






Adolfo Guiard (1860-1916) comenzó sus estudios en Bilbao y Barcelona, viajó a París a completarlos y allí entró en contacto con escritores como Émile Zola y pintores como Edgar Degas. Todos ellos dejaron una huella en el pintor, que a su vuelta a la capital vizcaína fue uno de los introductores del impresionismo y de la modernidad en la pintura vasca. Pinceladas deshechas, paletas claras y tonos luminosos eran protagonistas en su obra. Pero en 1888 introdujo en su pintura una temática distinta que marcó un antes y un después en su obra y en la de artistas contemporáneos. Fue en 'El aldeano de Bakio' (1888), la primera de las pinturas que dedicó al mundo rural vasco y que inició su recuperación como temática por otros artistas. Ahora, la obra vuelve ahora a Bilbao en el marco del programa 'La obra invitada', con el patrocinio de Fundación Banco Santander, que permitirá su exhibición en el Museo de Bellas Artes hasta el 30 de mayo.
"Se trata de una obra con una importancia histórica grande, no sólo porque se inscribe en un proceso de entrada del impresionismo y la modernidad, sino también porque es de una temática que se ha considerado fundamental", ha destacado este lunes el director de la pinacoteca bilbaína, Javier Viar.
La obra está muy relacionada con los lienzos 'La siega' (1892) y 'De promesa' (1894), que el museo exhibe en sus salas y que acompañarán a 'El aldeano de Bakio' en el tiempo que pase en Bilbao. Las tres pertenecieron a la colección particular del naviero Ramón de la Sota y en la actualidad 'El aldeano de Bakio' continúa perteneciendo a la familia, pero se encuentra en una colección particular en California (EEUU), desde donde ha viajado a Bilbao.
Adolfo Guiard pintó el cuadro tras su marcha a la localidad vizcaína de Bakio, donde comenzó a prestar atención a las costumbres vascas y a la temática de la pintura al aire libre, aunque pintaba en el taller. En su momento, la obra desencadenó una polémica muy fuerte entre los defensores y los detractores de su técnica a la que llegaron a sumarse intelectuales como Miguel de Unamuno, ha recordado Viar, quien ha resaltado que, si bien no fue la única polémica que desencadenó el pintor, las discusiones en torno a 'El aldeano de Bakio' dibujan una "idea" del "papel que jugó en la modernidad de la pintura".