martes, 14 de junio de 2016

Así es la 'city' de Bilbao


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No hay 'speech elevator' en los 22 ascensores que segundos después de las ocho y media de la mañana serpentean por las 41 plantas de la Torre Iberdrola. Deprisa, deprisa. El hall con forma de lengua de gato del edificio creado por César Pelli se convierte en una pasarela de colores. El verde de las corbatas de Iberdrola, los trajes oscuros de tres de las cuatro grandes auditorías internacionales y el look más casual de las empresas que trabajan en el mundo digital se mezclan en un ejército variopinto de profesionales en el arranque de cada mañana, y dan vida al corazón económico del nuevo Bilbao.
Una City de 165 metros de altura que ha dejado pequeño al Guggenheim y en la que se plasma la apuesta 4.0 de una ciudad que, en 20 años, ha dejado para el recuerdo su espesa envoltura de humo y hollín para lucir con los reflejos de un enorme prisma coronado por el despacho del presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, y un helipuerto sólo utilizable por emergencias médicas. 
Esta Torre emergió en 2007 con un proyecto en el que sus nueve primeras plantas acogían un hotel y las ocho últimas a Iberdrola. El estallido de la burbuja inmobiliaria obligó a Kutxabank a relevar a la cadena ABBA y el banco vasco tiene ahora en la Torre a sus expertos en gestión de activos financieros y su negocio de seguros. Seguros que junto a auditorías, inmobiliaria, asesorías industriales y la fabricante eléctrica Scheneider copan varias plantas. 
Servicios industriales que se rozan con los proyectos de Viewnext (filial de IBM) para el desarrollo en la Cloud y con la implantación en la zona norte de Nespresso. Equipos mezclados con asesores de futbolistas como Podium Trade y traders como los de Willis, dispuestos a salir corriendo desde los vestuarios con mármol traventino por una nueva milla de oro que tiene su centro neurálgico en su Torre de aluminio y cristal.

domingo, 12 de junio de 2016

“Soterrar el TAV no es cabezonería, es unir Bilbao La Vieja con la Gran Vía”

Empezó la precampaña electoral anotando en un cuaderno rojo necesidades o sugerencias que recogía de los barrios y el centro. ¿Cuántas ha tachado por cumplidas? 
-Unas cuantas, pero destaco la de Irala porque sé lo que han sufrido los vecinos y yo mismo. Once meses después podemos decir con satisfacción que ya no hay que pasar por la pasarela de mecanotubo. Además, el martes, ese monumento a la frustración de Irala que es el mecanotubo va a ser retirado y será un hito, por lo menos anímico, significa que creemos que Irala es un barrio importante. Pero... ¡hay otras tantas obras en barrios que se han ido tachando del cuaderno rojo! 
Otros proyectos no tuvo que anotarlos en el cuaderno rojo. Acabamos de conocer que en noviembre se producirá el traslado de autobuses a Garellano. ¿Cuándo tendrá la ciudad una estación soterrada? 
-Ya se ha presentando el proyecto de estación provisional. Con lo cual no estamos viendo la excavadora pero estamos haciendo cosas. Tiene que estar hecha en 2017 que es el plazo del contrato aunque yo mismo suelo decir a los técnicos que es un plazo muy, muy justo. Pero en todo caso va a ser un proyecto de ciudad esta legislatura. Luego, lo que se vaya a construir sobre rasante llevará otro ritmo. 
¿Se mantiene 2017 para la entrada en funcionamiento de la línea 3 del metro? 
-La obra de la línea 3 avanza a buen ritmo y estoy convencido de que para el primer trimestre de 2017 estará en marcha. El ascensor de Matiko ya está en funcionamiento. 
¿Es optimista respecto a la entrada del TAV al centro de Bilbao soterrado y en plazos? 
-Estamos hablando de un gran proyecto de ciudad. Sería un error que no entrara soterrado, por eso estoy convencido de que todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento y la mayoría de los bilbainos lo quieren así. Que en un futuro, el Bilbao de Bilbao La Vieja y el de la Gran Vía sean un todo continuo es un gran proyecto urbano y social; por eso tengo ese empeño. No es cabezonería y los aprovechamientos que se generen en eso entorno permitirán urbanizar la zona. 
Las declaraciones en las que apostaba por Foronda para los vuelos transoceánicos han resultado polémicas no solo con su socio de gobierno sino también para muchos bilbainos que esperan que su alcalde no sea tan generoso. 
-Hay veces, a mi modo de ver, que las polémicas son un tanto artificiales. Que no haya dudas porque nadie va a defender los intereses de Bilbao más que yo. Quizá lo más importante de mis declaraciones no se ha tenido en cuenta. Lo realmente relevante es que sería muy bueno para nuestro país que tuviéramos conexión con Estados Unidos. Yo quiero todo en Bilbao pero si no puede ser en Bilbao, lo más cerca posible. 
¿El conflicto de Ollerías es la situación más complicada a la que se ha enfrentado como alcalde? 
-No, el trago más amargo son los 28.638 bilbainos que están en situación de desempleo sufriendo enormemente por esa carencia de sustento. Dicho eso, me preocupa la situación de Ollerías, pero sobre todo me ocupa. Me he ocupado de los intereses de la gente y me he ocupado desde el ámbito de la seguridad, de lo social y lo voy a seguir haciendo. Y lo hemos dicho una y mil veces: en Bilbao, quien la hace la paga. Lo que no puede ser es que alguien intente de una cuestión estrictamente local extenderla como una mancha de aceite al conjunto de la ciudad, porque igual puede ser una crítica rentable hacia el alcalde pero es una crítica horrorosa hacia Bilbao. Porque cuando alguien va a desarrollar un proyecto económico o cultural lo primero que analiza es los niveles de seguridad y convivencia. Bilbao es la ciudad más segura del Estado. Lo dicen los turistas y el 96% de los vecinos de Bilbao. 
El concejal de Seguridad, Tomás del Hierro, admitió que había habido falta de coordinación. ¿Cree que se ha gestionado bien este conflicto? 
-Prefiero mirar al presente y al futuro porque no creo que me corresponda analizar lo que ha pasado en el pasado. En el presente, nuestra coordinación con la Diputación es perfecta. Conozco ese ámbito y sé lo bien que se trabaja. Pero, además, me he reunido con el presidente del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, con el fiscal jefe, con el diputado general, con el consejero Ángel Toña... Estamos intentando establecer un programa de actuación en el que todos estemos involucrados y el abordaje de esta cuestión sea multidisciplinar y eso es lo que me corresponde. Un dato objetivo en las últimas semanas es que en estos momentos hemos conseguido que haya más calma. Seguramente hay expectativa de qué va a ocurrir, pero el conflicto no está a flor de piel. 
¿Cómo piensa solucionar el problema del ocio nocturno? 
-Tengo una espalda bastante ancha, pero de ahí a que yo sea el responsable de cómo solucionar el tema del ocio nocturno seguramente hay un amplio trecho. A veces, suelo decir que en este mundo tendemos a trasladar la responsabilidad a otros. Es un mal planteamiento que alguien piense que el Ayuntamiento tiene que solucionar el ocio nocturno porque esta es una cuestión que tiene varios factores. Hemos tenido ya alguna reunión con un grupo de hosteleros de la noche, porque quiero conocer de primera mano qué está ocurriendo. En primer lugar hay una cuestión demográfica, hay menos jóvenes y también un cambio de hábitos, y más con la crisis que ha afectado al ocio y al ocio nocturno. Y luego también hay unas normas; el alcalde no puede ser un incumplidor de las normas. 
¿Algo se podrá hacer? 
-Creo en el ocio nocturno y que en una ciudad como la nuestra, que quiere ser turística y de congresos, es necesaria. El ocio nocturno es un momento de diversión y una parte importante de economía. Pero tiene que convivir con el descanso; por eso creo que hay un aspecto que podemos trabajar y es la programación musical, la ley de espectáculos abre un pequeño hueco para que se pueda tener música agradable. 
Los más jóvenes tienen que ir a esas macrodiscotecas apartadas del centro. No molestan pero están expatriados. 
-Algunos de estos lugares están perfectamente comunicados con el metro, que funciona muy bien. Otras tienen peor comunicación, pero creo que esas macrodiscotecas están bien ubicadas. Por otro lado, lo que no puede ser es que el ocio nocturno sea sinónimo de incivismo. Esa es una cuestión que tenemos que valorar entre todos. 
La misma ordenanza prohibía centros de culto en edificios residenciales, pero los tribunales han fallado a favor de las confesiones que recurrieron esta norma. 
-Creo que hay un aspecto que hay que cuidar y es el del diálogo, lo mismo que con otros sectores, con las confesiones religiosas. Bilbao es una ciudad plural y diversa y eso se traduce también en el culto; por tanto, hay que dialogar con las confesiones religiosas. Y eso es lo que vamos a hacer. 
A usted la ordenanza le vino dada, pero no parecía que le suscitaba mucha simpatía. 
-Ni me gustaba ni no. Sabía que había una ordenanza que estaba recurrida y he querido esperar a ver qué fallaban los tribunales. La Justicia nos ha dicho que hay que realizar ese proceso de manera adecuada y es lo que vamos a hacer. Veremos cuál es el final de este camino. 
¿Cómo evitar que en escuelas de determinados barrios se produzcan problemas de ‘guetización’? 
-Suelo decir que el urbanismo no es neutro y hay que trabajar para que la cohesión social y urbana vayan de la mano. Pero sí es cierto que en algunos lugares de la villa tanto en la enseñanza pública como en algún centro concertado que he estado visitando hay un porcentaje de alumnado inmigrante que supera el 80%. Creo que esa situación no es la mejor para la integración y la convivencia, pero se produce porque hay concentraciones de inmigrantes en esos entornos geográficos. Hay que trabajar la cohesión urbana y social, y luego ponernos a disposición siempre de nuestro Gobierno vasco para diseñar ese mapa escolar de la mejor manera posible. 
Se ha comprometido a crear un foro por la paz y la convivencia con unanimidad política. ¿Ha iniciado ya contactos con los partidos? 
-He iniciado contactos con los partidos, pero he creído oportuno dejarlo hasta después de las elecciones para que no haya el más mínimo atisbo de que alguien pueda hacer la mínima crítica. Es un tema extraordinariamente delicado en el que tenemos que ser pioneros, y esa actuación unánime debe ser un tesoro a preservar. 
Teniendo en cuenta la deriva que ha tenido el proceso de autodeterminación en Catalunya. ¿Haría usted una consulta en Bilbao como está haciendo en los municipios el movimiento Gure Esku Dago? 
-Somos abertzales, y no tenemos que estar todo el día diciendo que queremos que se nos dé el derecho a decidir cómo queremos que sea nuestro futuro. Pero lo queremos hacer con toda la legitimidad como se hizo en Escocia; no en Bilbao, sería a nivel de país. Y dicho esto quiero dejar bien claro que mi compromiso como alcalde es con todos los bilbainos y bilbainas incluso con los que se acerquen a criticar. 
Mientras tanto... ¿Hacemos una consulta sobre las corridas de toros? 
-Sería bueno que quienes la promueven allá donde gobiernan la realicen. En este país hay mucho postureo y yo no creo en el postureo y menos en política. La gente nos está pidiendo que seamos transparentes y que no tengamos doblez. Por tanto, me gustaría que esa consulta se hiciera donde los toros tienen una participación importante y que en los lugares donde no existe esa prioridad estemos tranquilos. Creo en la participación ciudadana, lo que no creo es en que alguien se arrogue la representatividad de la participación ciudadana. Si ese procedimiento se produce, sería el primero en cumplirlo. 
¿Mantiene Bilbao el ‘punch’ internacional? 
-Casi todas las semana me toca hablar en inglés con alguien. El domingo pasado estuve con el lehendakari en la recepción a embajadores en Donostia. Creo que la proyección internacional es fundamental y ahí está trabajando Bilbao Ekintza. Personalmente he estado en París y en Belfast, y en julio estaré en Singapur. Vamos a seguir en ese plano porque la proyección internacional es sinónimo de riqueza y de que Bilbao ocupe un lugar en el mundo. Después de Singapur estaremos también en Bogotá en el concejo de CGL1 y estamos trabajando una relación muy directa con Burdeos. 
¿Le hubiera gustado sacar la gabarra para las chicas del Athletic? 
-Me gustaría el año que viene, y si puede ser ya mismo con la Copa, volver a recibir a las chicas. El Ayuntamiento de Bilbao tiene un respeto extraordinario a lo que las chicas han conseguido, por eso las hemos recibido con todos los honores. El Athletic es un elemento que une y hace vibrar, eso es lo que quiero destacar, y el Ayuntamiento de Bilbao está dispuesto a vibrar.