sábado, 9 de agosto de 2014

Bilbao, Getxo y el País Vasco






Desde la terraza del séptimo piso del Hotel Grand Domine, contemplamos la extraordinaria arquitectura del Museo Guggenheim, con sus sensuales curvas de titanio y acero, que recuerdan las formas de un gran buque. Nos conmueve esta visión pues, como dijo su creador, el arquitecto Frank Gehry, “La arquitectura no se trata de palabras sino de lágrimas”. En 1997 abrió sus puertas mientras que Gehry, de 68 años de edad en aquel momento, sollozaba de emoción ante su grandeza. La mayoría de los 52 expertos que respondieron a una encuesta de Vanity Fairafirmaron que el Guggenheim de Bilbao es la obra cumbre de la arquitectura desde 1980 hasta el presente.
El “Efecto Bilbao” es ya conocido mundialmente como el poder que tiene la arquitectura de regenerar una ciudad. Desde que abrió el Guggenheim, Bilbao, que fue una ciudad posindustrial bastante fea, se transformó como el patito del cuento en un bellísimo cisne. Sir Norman Foster (Metro de Bilbao), César Pelli (Torre Iberdrola) Santiago Calatrava (Puente Zubi Zuri y el Aeropuerto), y otros prestigiosos arquitectos han contribuido a su embellecimiento.
Pero Bilbao es mucho más que su arquitectura avant-garde y el Guggenheim. Es el tipismo que cultivan los vascos, su orgullo de conservar tradiciones milenarias. Es su Casco Viejo, sus antiguas Siete Calles, su txikiteo de bar en bar para probar pintxos; el Teatro Arriaga (1919), de majestuosa fachada barroca; sus hermosos puentes; el Bilbao moderno del Ensanche; la Estación de la Concordia de estilo Art Nouveau, donde para el tren Transcantábrico (la respuesta española al Orient Express); su Catedral de Santiago (s. XIV); la Alhóndiga Bilbao (centro cultural creado por Philippe Starck), el Parque de la Ribera con esculturas; y su Museo de Bellas Artes, el segundo de España, con 7,000 obras.
Se puede llegar a Bilbao por avión desde Madrid o al Puerto, como uno de los 200,000 pasajeros que visitan la ciudad en crucero. Algunos se quedan más de un día, lo cual permite visitar Bilbao y zonas cercanas de mucho interés. El que llega por mar debe comenzar la visita en Getxo (a solo 15 minutos del centro de Bilbao). Almorzamos en Parrillas de Mar, restaurante de mariscos y pescados, con vino Txakolí y vista a la marina del Puerto Deportivo y luego visitamos el Puente Colgante o Puente de Vizcaya de Portugalete, diseñado por Alberto Palacio en 1893, y construido por un admirador de Eiffel, el francés Ferdinand Arnodin. De 61 metros de altura y 160 metros de longitud, este puente sobre la ría de Bilbao cuenta con una barquilla transbordadora para transportar vehículos y pasajeros. Ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Paseamos en auto por los barrios señoriales de Getxo, el cual comenzó en el siglo XII con el Monasterio de Santa María. En el siglo XIX la élite bilbaína veraneaba y luego residió en Las Arenas. En 1904 surge Neguri, pequeña ciudad-jardín, y se crean importantes clubes sociales. Son muy hermosos el Palacio de Santa Clara (1902), el Palacio Consistorial (1917), el Palacio Sangróniz, Villa Eugenia, la Casa Rosada, y la Iglesia de los Padres Trinitarios (1888). En el pintoresco Puerto Viejo de Algorta, antiguo barrio de pescadores, admiramos las casas blancas y de alegres colores sobre las rocas, que parecen salidas de libros de cuentos.
Para llegar al Museo Guggenheim atravesamos el Puente de la Salve (1972), teñido de rojo gracias a un proyecto del artista francés Daniel Buren. La vista desde ese puente es impresionante y su aspecto artístico lo conecta bien con el museo. En el Guggenheim disfrutamos de la interesantísima retrospectiva de la obra de George Braque. Al contemplar sus obras de etapas fauvistas, cubistas y otras, comprobamos que un gran artista no repite fórmulas que venden bien sino que experimenta y evoluciona. La exposición de Yoko Ono resultó interesante pero no logró inspirarnos ni remotamente como la de Braque.
La colección permanente del Guggenheim incluye obras de Eduardo Chillida, Antonio Saura, Antoni Tapies, y Andy Warhol, entre otros. Son impresionantes las monumentales esculturas de Richard Serra, un laberinto de enormes curvas de acero donde a veces nos perdimos. En la terraza del museo nos retratamos delante de los Tulipanes de Jeff Koons, un bouquet multicolor de globos de acero en forma de flores de enormes proporciones. Admiramos Mamam, gigantesca escultura en forma de araña realizada en bronce, mármol y acero por Louise Bourgeois. Como todos, nos retratamos frente al famoso Puppy de Koons, gigantesca escultura de un terrier, cuyas flores cambian según la época del año.
Caminamos hasta el Casco Viejo, visitando la Plaza Nueva (1851), de estilo neoclásico, y disfrutamos de zuritos de cerveza, pintxos de bacalao al pil pil, foie con manzana, jamón ibérico, y otras delicias. Sentados en la plaza, nos deleitamos al mira a los niños jugar y correr. Luego almorzamos en Serantes un pescado relleno de txangurro (langosta).
Recorrimos también la Gran Vía, la principal calle de Bilbao, admirando hermosos edificios, tiendas de famosos diseñadores y los Jardines de Albia. Nos encantó la Plaza Moyúa, rodeada de impresionantes edificios, donde se encuentra el clásico Hotel Carlton y una imponente entrada al Metro –un Fosterito– llamado así en honor de Sir Norman Foster.
Viajamos a la Rioja Alavesa y en la villa medieval de Elciego visitamos las famosas bodegas de Vinos de los Herederos del Marqués de Riscal. Es fascinante ver antiquísimas botellas como la que probó Gehry en las históricas bodegas de 1858. Luego comimos en el restaurante del hotel creado por Gehry. Inaugurado en el 2006, el hotel es otra obra maestra de paredes asimétricas, altos techos de titanio color rosa (reflejo del vino), oro y plata, con 43 lujosas habitaciones y suites. Es un eco maravilloso y romántico del Guggenheim.
La extraordinaria degustación de gastronomía vasca, acompañada de magníficos vinos de Marqués de Riscal, incluyó Sarmientos (colines de queso), caviar de Rioja, croquetas, un polvo de hierba fresca (crema de queso de oveja, polvo helado de foie gras), espárrago blanco con textura de almendra tierna con perrechicos, merluza sobre pil-pil de patata, chuletillas a la brasa, uvas bajo el hielo (cocinadas al vino tinto), queso de cabra Camerano, y otras maravillas.
Por la tarde visitamos la cercana Laguardia, encantadora villa medieval donde se encuentra la Iglesia de Santa María de los Reyes (siglo XIV) con un excepcional portón policromado. Subimos a la torre del siglo X y paseamos por las calles donde en el siglo XVIII nació el fabulista Félix María de Samaniego.
Es fácil ir de Bilbao a San Sebastián, elegante ciudad que fue el lugar de veraneo de las Reinas Isabel II y María Cristina en el siglo XIX. Famosa por su Festival de Cine, cuenta con famosas playas tales como la de la Concha. Por sus estrechas calles encontramos excelentes bares de pintxos, y almorzamos en el renombrado Bodegón Alejandro. Desde la escultura El Peine del Viento, de Chillida (nacido en San Sebastián), contemplamos las amplias playas. Para una privilegiada vista de la ciudad hay que subir a la cima del Monte Urgull, y ver la estatua del Sagrado Corazón, del artista Federico Coullat, de 12 metros de alto.
En el Museo de Cristóbal Balenciaga de Getaria, admiramos los fabulosos vestidos creados por este gran diseñador vasco para las grandes personalidades de su época, desde los primeros de 1917 hasta los elegantísimos diseños de los años 1960. Muy amena fue la visita a Gernika, donde nació la democracia en España, y vimos la copia del mural de Picasso que lleva su nombre.
La gastronomía internacionalmente conocida del País Vasco es una de las principales razones para visitarlo. Muchos de los más mundialmente admirados restaurantes están allí, tales como Azurmendi (tres estrellas Michelin), y los de una estrella Michelin: Etxanobe, Etxebarri, Mina, Nerua, Zortzio y el restaurante Marqués de Riscal.
En fin, la oferta turística del País Vasco es verdaderamente extraordinaria y, aunque volvamos una y otra vez a Bilbao, nunca dejamos de descubrir un nuevo encanto de esa seductora ciudad donde “las calles respiran arte”.• 

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jueves, 7 de agosto de 2014

El segundo julio con más visitas en la historia del Guggenheim



Un grupo de turistas, en la explanada del Museo Guggenheim Bilbao.

Las cifras siguen siendo positivas también en lo que se refiere al número de extranjeros registrados durante el mes pasado, que se sitúa ya en el 77% de las visitas, aunque matizan desde el museo, que en agosto se suele producir habitualmente un cambio en cuento a la procedencia, incrementándose el público del País Vasco y estatal. Estos datos coinciden con un aumento del número de turistas en Euskadi, con un incremento del 6% en el primer semestre del año, y dentro de estos, una subida del 7% en lo que se refiere a visitantes extranjeros.
El día de mayor afluencia fue el 29 de julio con 4.433 visitantes, pero hubo varios días con cifras cercanas a los 4.000, con lo que la imagen de las colas fue habitual. En el museo confían en que se mantenga la tendencia del incremento de visitantes durante este mes, ya que solo durante los tres primeros días pasaron por las galerías 13.444 personas. “De esta manera podríamos cerrar un verano muy bueno”, explican fuentes del museo. Entre las causas del incremento de visitantes, se apunta a la mala climatología, lo que provoca que acuda más público a los museos, y sobre todo, al éxito de la programación artística durante esta época estival.
EXPOSICIONES DE PRIMER NIVEL El Guggenheim ha elaborado este año una programación muy potente con el objetivo de continuar siendo puntero, como tractor no solo cultural sino también económico. Para ello, ha contado con una aportación extra de la Diputación Foral de Bizkaia de 2 millones de euros, que van destinados íntegramente a ofrecer “exposiciones de relevancia” . El museo cuenta así con 5,7 millones de euros aportados entre la institución foral y el Gobierno vasco, ambos socios de gobierno al 50%. Durante julio y agosto del año pasado, el Guggenheim perdió 25.000 visitantes, descenso que se achacó a la crisis económica y a la menor repercusión de las exposiciones temporales del pasado verano, con respecto a las de 2012. Por ello, la inyección económica de la Diputación de Bizkaia ha permitido contar al museo con exposiciones para esta época estival de primer nivel, como la dedicada a Yoko Ono. La exposición, en la que se pueden ver casi 200 objetos, películas, documentación de performances, instalaciones, dibujos, fotografías, obras de texto y de audio de la viuda de John Lennon, coincide con el ochenta cumpleaños de la artista, considerada pionera del arte conceptual y las performances.
Además, los responsables del Guggenheim buscaban otra exposición de relevancia y ficharon para este verano una gran retrospectiva sobre el creador francés Georges Braque, inaugurada en el otoño de 2013 en el Grand Palais de París con motivo del quincuagésimo aniversario de la muerte del artista, y que estará en Bilbao hasta el 21 de septiembre. La retrospectiva acoge más de 200 obras de este pintor, grabador y escultor, considerado el iniciador del cubismo junto con Picasso y Juan Gris.
El Guggenheim Bilbao atrajo en 2013 a 931.015 visitantes. Un dato que cumplía con las previsiones para el pasado ejercicio, dada la desfavorable coyuntura económica. En cuanto al origen, destacó el pasado año el porcentaje de 65% de extranjeros, ligeramente superior a 2012, procedentes, fundamentalmente, de Francia, Gran Bretaña, Alemania, Estados Unidos e Italia.

martes, 5 de agosto de 2014

Los arquitectos de Bilbao premian a Norman Foster por su visión futurista



Imagen de archivo del arquitecto Norman Foster
Norman Foster es una de las figuras más importantes de la arquitectura contemporánea. El inglés goza de un prestigio profesional inigualable y en su palmarés destaca el Premio Pritzker, conseguido en 1999, así como el Príncipe de Asturias de las Artes, al que accedió en 2009. La capital vizcaina también sabe lo que es el efecto Foster, ya que fue el arquitecto británico quien ideó el proyecto de Metro Bilbao y el original diseño de sus estaciones.
Foster estará en Bilbao para recibir el premio por la gran labor realizada en la urbe metropolitana. El premiado se convirtió en el pionero de la transformación de la capital vizcaina y fue quien animó a Bilbao a apostar por una nueva percepción de la arquitectura del futuro.
El pasado marzo, la delegación en Bizkaia del Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (Coavn) impulsó la iniciativa BIA para la revitalización de la arquitectura y el urbanismo del territorio histórico, apostando por afrontar nuevos retos de la profesión desde conceptos como la internacionalización, el intercambio o la participación ciudadana. La filosofía del proyecto es combinar la transformación del diseño de la ciudad y el espíritu emprendedor de Bilbao y Bizkaia.
Asimismo, el proyecto tiene como objetivo presentar la dimensión internacional de la arquitectura de la capital vizcaina, así como del sector estratégico de la construcción, y mostrar la calidad del tejido empresarial local en servicios profesionales relacionados.
OTROS CAMINOS
El proyecto BIA celebrará en septiembre el primer congreso de Urban Generation Forum, con el objeto de centrarse en la intervención de un ámbito que constituye una oportunidad estratégica en la regeneración urbana de un enclave de confluencia de varios barrios de Bilbao. El evento reúne la primera edición de Concurso de Ideas Internacional para que estudiantes y jóvenes arquitectos promocionen la regeneración y la transformación urbana de la ciudad consolidada.
Durante el foro, que tendrá lugar en el Museo Guggenheim, más de 300 expertos internacionales se reunirán para comentar la situación actual de la arquitectura y el futuro del sector.
El premio que recibirá Norman Foster en la primera edición del Premio BIA es un homenaje por la dilatada trayectoria profesional que el inglés ha desempeñado y por abrir una nueva perspectiva de futuro dentro del sector.
La delegación en Bizkaia del Coavn apuesta por una arquitectura que contribuya a la regeneración de la villa. Los trabajos realizados por Norman Foster son un claro ejemplo del tipo de arquitectura que Bilbao necesita.
Con este motivo, y aprovechando la distinción que recibirá uno de sus mayores especialistas, el mundo de la arquitectura se instalará en Bilbao para reunir a los mejores expertos del sector de la regeneración urbana.