jueves, 23 de julio de 2015

Basquiat y Koons convierten a Bilbao en referente museístico europeo



El Guggenheim Bilbao sigue manteniendo su tirón cultural y turístico 18 años después de que abriera sus puertas, como demuestran las largas colas que se están produciendo este verano. Concretamente, ayer fue uno de los días de mayor afluencia en lo que va de año. “Las exposiciones que vamos a dedicar a Koons y a Basquiat van a convertir al Guggenheim Bilbao en referente cultural europeo”, decía recientemente el director general del museo, Juan Ignacio Vidarte.
Y así ha sido. El tirón de estos dos pesos pesados de la escena norteamericana de los años ochenta es evidente. La apuesta por Koons y Basquiat, dos de la figuras más prominentes del arte de nuestro tiempo, para protagonizar la época estival, parece que ha sido acertada. Durante estas semanas, la afluencia del público al museo -un 70% extranjero- ha crecido considerablemente. Ayer, coincidiendo también con un día de lluvia, las colas a la entrada fueron continuas a lo largo de toda la jornada. Según informaron desde el museo bilbaino, 6.296 personas visitaron el edificio diseñado por Frank Gerhy. Una cifra solo conseguida el año pasado durante algunos días de agosto.
En lo que va de año se han acercado al museo 536.491 personas, lo que supone un 6% más que durante el mismo periodo del año pasado y un 8% más de las previsiones realizadas por los responsables del museo. A falta de cerrar el balance de visitantes de este mes, se confía en superar las cifras del pasado julio, cuando el museo volvió a despuntar con 122.437 visitantes durante el segundo mejor mes de su historia. El mejor julio fue en 2012, cuando el museo recibió a 127.774 personas, coincidiendo también con otra retrospectiva dedicada a un artista de gran tirón internacional, David Hockney.
APUESTAS Jeff Koons es uno de los artistas contemporáneos mejor pagados del mundo y, sin duda, uno de los más mediáticos. La retrospectiva que se ofrece ahora en el Guggenheim recorre 35 años de la carrera de este prolífico y controvertido creador. Su éxito estaba casi garantizado. Se presentó por primera vez en el Whitney Museum de Nueva York, pulverizando récords de público, y consiguió también destronar en cuanto a número de visitantes a la de Dalí cuando viajó más tarde al Centro Pompidou de París.
Ahora, en Bilbao se pueden ver casi 150 piezas realizadas por el autor de Puppy, desde 1978 hasta la actualidad, entre las que se encuentran sus trabajos más icónicos y sus series más significativas, dispuestas en la primera y la segunda planta de museo en orden cronológico.
La otra apuesta fuerte del verano es la exposición dedicada a Jean-Michel Basquiat, que ocupa la tercera planta del Guggenheim Bilbao. “La muestra ha sido posible gracias a la consolidación en 2015 de la aportación económica por parte de la Diputación Foral de Bizkaia al Museo, que ha permitido seguir trabajando en nuevos proyectos que refuerzan el calendario expositivo”, explicaban desde el museo. Organizada por la Galería de Arte de Ontario, una de las más prestigiosas de Canadá, en colaboración con el Guggenheim Bilbao, la exposición se ha convertido en una de las citas artísticas imprescindibles del verano en Europa.
La fulgurante y transgresora trayectoria de Basquiat le llevó a pasar en unos meses de ser un grafitero que vivía en una caja de cartón en Brooklyn, a la estrella más fulgurante del firmamento artístico internacional. A día de hoy, las obras del artista afroamericano Jean-Michael Basquiat (1960-1988) alcanzan en los mercados de arte cifras vertiginosas y siguen siendo un referente para nuevos artistas.

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