sábado, 3 de diciembre de 2011

Luis Badosa Conill Badosa, paisajista del acero El cofundador de la facultad de Bellas Artes de la UPV dona dos obras sobre AHV E. Zunzunegi - Sábado, 12 de Noviembre de 2011 - Actualizado a las 08:18h Sestao Luis Badosa (San Joan les Fonts, Girona, 1944) volvió ayer a Sestao, localidad que a principios de los años setenta del pasado siglo le "desbordó" por la fuerza de sus paisajes industriales y a la que dedicó algunas de sus mejores obras pictóricas dentro de un género que ha creado escuela. El pintor, cofundador de la Facultad de Bellas Artes de la EHU-UPV, regresó a Sestao para donar al pueblo fabril, a través de su Ayuntamiento, dos cuadros, titulados Sua eta elurra y Horno alto con venas y arterias, que han sido colocados a la entrada del salón de actos de la escuela de música, "un lugar de paso para muchos sestaoarras que podrán contemplar su belleza cada vez que se acerquen a disfrutar de la programación cultural municipal", defendió el alcalde de Sestao, Josu Bergara. Al acto de donación asistieron junto al alcalde, la concejala de Cultura, Ainhoa Basabe, el propio artista y un elenco de amigos como Ángel Txentxo Asensio, director del Teatro Barakaldo y antiguo animador sociocultural del Ayuntamiento de Sestao, así como Venancio González, antiguo obrero de AHV y amigo personal de Badosa. Los dos cuadros donados pertenecen a una exposición itinerante de Badosa dedicada al paisaje industrial que en los últimos meses ha recorrido los municipios de Sestao, Barakaldo, Gernika y Portugalete. El autor explicó que conoció la localidad cuando llegó a Bizkaia en 1970 para poner en marcha la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Badosa, que nació y se crió en una zona marcada por la empresa papelera Torres Hostench, declaró que al llegar aquí se sintió prácticamente como en casa debido a la gran cantidad de empresas que jalonaban la ría del Nervión hasta su desembocadura. "Tuve el privilegio de vivir dentro de una fábrica porque aquí tenías el fuego de los altos hornos en la ría y brillando en tus ojos, viviendo de este modo en un mundo de fantasía y mitología", destacó. Este paisaje industrial marcó su vida convirtiéndose en una de las temáticas más importantes de su carrera artística, hasta el punto de que muchas de sus obras plasman "la estética y la belleza de un patrimonio industrial del que Sestao puede sentirse muy agradecido". Precisamente en las dos obras donadas, los altos hornos se convierten en protagonistas de unos lienzo donde predominan los tonos rojos y amarillos del "fuego de Saturno", como se refirió a las llamaradas que salían de aquellas viejas estructuras donde se fundía el mineral de hierro para convertirlo en acero líquido. El alcalde de Sestao agradeció al artista el bonito gesto que ha tenido con el pueblo de Sestao y explicó que el lugar escogido para exponerlos tiene carácter temporal porque lo ideal "es que en el futuro puedan estar en otro equipamiento municipal más moderno. El acto de donación finalizó con la colocación de las placas oficiales a los dos cuadros, tras lo cual el Ayuntamiento hizo entrega de un reloj de caballero y otro de mujer al artista como muestra de agradecimiento. Hace justo un año Luis Badosa cedió también al municipio de Sestao una escultura titulada Mano amiga, que consiste en un guante de los utilizados por los obreros del horno alto que sostiene un pedazo de lingote de la última colada de Altos Hornos de Vizcaya entregada al artista por su amigo y obrero de AHV, Venancio González. las claves El pintor catalán Luis Badosa, nacido en la localidad gerundense de San Joan les Fonts en 1944, pasa por ser un precursor del paisajismo industrial al que despertó en su tierra natal en el entorno de la industria papelera. Pasión por las llamas de Saturno El pintor destacó que para él fue un "privilegio" vivir dentro de una fábrica porque "aquí tenías el fuego de los altos hornos en la ría y brillando en tus ojos, viviendo de este modo en un mundo de fantasía y mitología". Poner en valor el patrimonio Badosa aprovechó la donación al pueblo de Sestao de sus dos obras para animar a las instituciones a preservar "la estética y la belleza de un patrimonio industrial del que Sestao puede sentirse muy agradecido". Hace un año, Badosa cedió a Sestao la obra 'Mano amiga', un guante con un lingote de la última colada de AHV Luis Badosa aterrizó en Bizkaia en 1970 para colaborar en la puesta en marcha de la Facultad de Bellas Artes de la EHU-UPV.


Badosa, paisajista del acero

El cofundador de la facultad de Bellas Artes de la UPV dona dos obras sobre AHV

E. Zunzunegi - Sábado, 12 de Noviembre de 2011 - Actualizado a las 08:18h

Sestao

Luis Badosa (San Joan les Fonts, Girona, 1944) volvió ayer a Sestao, localidad que a principios de los años setenta del pasado siglo le "desbordó" por la fuerza de sus paisajes industriales y a la que dedicó algunas de sus mejores obras pictóricas dentro de un género que ha creado escuela.

El pintor, cofundador de la Facultad de Bellas Artes de la EHU-UPV, regresó a Sestao para donar al pueblo fabril, a través de su Ayuntamiento, dos cuadros, titulados Sua eta elurra y Horno alto con venas y arterias, que han sido colocados a la entrada del salón de actos de la escuela de música, "un lugar de paso para muchos sestaoarras que podrán contemplar su belleza cada vez que se acerquen a disfrutar de la programación cultural municipal", defendió el alcalde de Sestao, Josu Bergara.

Al acto de donación asistieron junto al alcalde, la concejala de Cultura, Ainhoa Basabe, el propio artista y un elenco de amigos como Ángel Txentxo Asensio, director del Teatro Barakaldo y antiguo animador sociocultural del Ayuntamiento de Sestao, así como Venancio González, antiguo obrero de AHV y amigo personal de Badosa.

Los dos cuadros donados pertenecen a una exposición itinerante de Badosa dedicada al paisaje industrial que en los últimos meses ha recorrido los municipios de Sestao, Barakaldo, Gernika y Portugalete.

El autor explicó que conoció la localidad cuando llegó a Bizkaia en 1970 para poner en marcha la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco. Badosa, que nació y se crió en una zona marcada por la empresa papelera Torres Hostench, declaró que al llegar aquí se sintió prácticamente como en casa debido a la gran cantidad de empresas que jalonaban la ría del Nervión hasta su desembocadura.

"Tuve el privilegio de vivir dentro de una fábrica porque aquí tenías el fuego de los altos hornos en la ría y brillando en tus ojos, viviendo de este modo en un mundo de fantasía y mitología", destacó.

Este paisaje industrial marcó su vida convirtiéndose en una de las temáticas más importantes de su carrera artística, hasta el punto de que muchas de sus obras plasman "la estética y la belleza de un patrimonio industrial del que Sestao puede sentirse muy agradecido".

Precisamente en las dos obras donadas, los altos hornos se convierten en protagonistas de unos lienzo donde predominan los tonos rojos y amarillos del "fuego de Saturno", como se refirió a las llamaradas que salían de aquellas viejas estructuras donde se fundía el mineral de hierro para convertirlo en acero líquido.

El alcalde de Sestao agradeció al artista el bonito gesto que ha tenido con el pueblo de Sestao y explicó que el lugar escogido para exponerlos tiene carácter temporal porque lo ideal "es que en el futuro puedan estar en otro equipamiento municipal más moderno.

El acto de donación finalizó con la colocación de las placas oficiales a los dos cuadros, tras lo cual el Ayuntamiento hizo entrega de un reloj de caballero y otro de mujer al artista como muestra de agradecimiento.

Hace justo un año Luis Badosa cedió también al municipio de Sestao una escultura titulada Mano amiga, que consiste en un guante de los utilizados por los obreros del horno alto que sostiene un pedazo de lingote de la última colada de Altos Hornos de Vizcaya entregada al artista por su amigo y obrero de AHV, Venancio González.

las claves

El pintor catalán Luis Badosa, nacido en la localidad gerundense de San Joan les Fonts en 1944, pasa por ser un precursor del paisajismo industrial al que despertó en su tierra natal en el entorno de la industria papelera.
Pasión por las llamas de Saturno

El pintor destacó que para él fue un "privilegio" vivir dentro de una fábrica porque "aquí tenías el fuego de los altos hornos en la ría y brillando en tus ojos, viviendo de este modo en un mundo de fantasía y mitología".
Poner en valor el patrimonio

Badosa aprovechó la donación al pueblo de Sestao de sus dos obras para animar a las instituciones a preservar "la estética y la belleza de un patrimonio industrial del que Sestao puede sentirse muy agradecido".

Hace un año, Badosa cedió a Sestao la obra 'Mano amiga', un guante con un lingote de la última colada de AHV

Luis Badosa aterrizó en Bizkaia en 1970 para colaborar en la puesta en marcha de la Facultad de Bellas Artes de la EHU-UPV.

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