Por su parte, Gershom Scholem (1897-1982) fue un convencido sionista que emigra a Palestina en 1923 y que dedica su magisterio al estudio de la Cábala y… a la defensa de su gran amigo, cuya obra se truncó prematuramente cuando se suicidó en Port-Bou huyendo de la Gestapo. Si el éxito póstumo de Benjamin obedece a la apoteosis de aquella escuela, este nunca hubiera sido posible si Scholem no hubiera salvaguardado su legado intelectual como un preciadísimo tesoro, pues, aunque Horkheimer le ayudara a sostenerse económicamente, quien habrá de reivindicarlo es su mejor amigo, pese a que intelectualmente les separara un abismo real, ya que marxismo y sionismo eran agua y aceite. El cemento de su amistad era la mística.
domingo, 2 de octubre de 2011
Confesiones de Walter Benjamin a su amigo místico Gershom Sholem*
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario