El Museo Guggenheim Bilbao presentará, por primera vez en España, la obra de Pierre Huyghe '(Sin título) Máscara humana' en su sala Film & Video, que abrió en 2014 para "albergar obras clave del videoarte, la videoinstalación y la imagen en movimiento como medio artístico", han explicado sus responsables.
La obra que Pierre Huyghe realizó en 2014 será la décima pieza que se programa en esta sala y podrá verse hasta el 16 de julio, comisariada por Manuel Cirauqui.
El Museo vasco ha relatado que Pierre Huyghe, nacido en París en 1962, concibió '(Sin título) Máscara humana' tras descubrir la historia real de dos simios amaestrados que atendían y entretenían a los comensales de una casa tradicional de sake en Japón.
La filmación de Huyghe se ubica en un paisaje arrasado marcado por el tsunami y la catástrofe nuclear de Fukushima y muestra cómo," en el interior de un edificio lúgubre y sombrío, deambula un personaje ataviado con una máscara de teatro tradicional japonés, una peluca de mujer, y una camisa y vestido que recuerdan a un uniforme escolar". Este personaje resulta ser un simio, aunque "su actitud atenta y ansiosa" y su lenguaje corporal remiten a "una humanidad ambigua", han señalado desde el Guggenheim.
Huyghe reflexiona a través de esta pieza sobre "la paradoja de observar el comportamiento animal en un decorado irreal con la intención de explorar lo real. En definitiva, reflexionar sobre la condición humana".
La película se inicia con una serie de planos grabados con un dron en un enclave "desolado" rodeado de edificios en ruinas. En el interior de una de esas casas abandonadas, la narración se articula a partir de la yuxtaposición de primeros planos del simio con sus movimientos "cada vez más agitados".
A pesar del abandono del lugar, el animal realiza las tareas para las que fue adiestrado, de manera que "coloca diligentemente una servilleta, sirve una botella a una mesa vacía o realiza las piruetas que, en su momento, provocaron las risas y el asombro de los clientes del restaurante", en un entorno "prácticamente arrasado donde las únicas muestras de vida son un gato, las cucarachas que corretean por la cocina y los gusanos de las bolsas de comida abandonadas".
Una voz femenina refuerza "la tensión de la escena por su paralelismo con los avisos que, en su momento, alertaron a la población de la inminencia del tsunami".