El Museo Guggenheim Bilbao mostrará, a partir del martes 23 de septiembre, una selección de las mejores obras de arte que poseen en sus fondos propios tanto la Fundación neoyorquina como la que rige la institución museística bilbaína.
La muestra, que está dividida en dos partes, la primera de las cuales se presenta a los medios el lunes 22 de septiembre y la segunda en octubre, tiene como objetivo celebrar los primeros 20 años de colaboración entre la Fundación Solomon R. Guggenheim y las instituciones vascas por el cual se abrió en Bilbao una franquicia del museo neoyorquino.
La exposición, que llevará por título "El arte de nuestro tiempo. Obras maestras de las Colecciones Guggenheim" y ocupará las tres plantas del Museo diseñado por Frank Ghery, recorre los principales movimientos artísticos que se han registrado en el siglo XX.
Incluye también espacios específicos dedicados a importantes artistas de la Colección Propia del museo bilbaíno, como Jorge Oteiza y Eduardo Chillida, así como instalaciones contemporáneas del museo neoyorquino.
Con esta exposición se cierra el primer periodo de colaboración con la Fundación Guggenheim, cuya continuidad se renegocia actualmente entre las instituciones vascas propietarias del museo bilbaíno, el Gobierno Vasco y la Diputación de Bizkaia, y la fundación neoyorquina.
Se espera que el acuerdo pueda ser aprobado y sancionado por ambas partes antes de que concluya el año.
La muestra que acogerá el Guggenheim Bilbao recordará a la celebrada en 1997 con motivo de la inauguración de este Museo y permitirá al espectador observar el desarrollo de las Colecciones Guggenheim en estos 20 años.
La exposición, comisariada por Álvaro Rodríguez Fominaya, Lucía Aguirre y Petra Joos, sigue un cierto orden cronológico.
Así, el recorrido comenzará con una selección extraordinaria de fondos procedentes del Solomon R. Guggenheim Museum creados en los albores del siglo XX, en el que los ideales utópicos y las creencias políticas influyen las denominadas vanguardias artísticas.
Continúa con importantes piezas pertenecientes al movimiento del Expresionismo Abstracto americano y su contrapartida europea, el Informalismo, y concluye con espacios singulares dedicados a Jorge Oteiza y Eduardo Chillida.