sábado, 25 de julio de 2015

La ciudad búlgara de Gabrovo quiere emular a Bilbao en gestión cultural



La ciudad búlgara de Gabrovo ha enviado una delegación municipal a Bilbao para aprender la estrategia de la capital vizcaína en materia de promoción cultural.
La directora de Cultura y Turismo de la ciudad visitante, Yonka Agalova, estará en Bilbao hasta el miércoles acompañada de un grupo de empresarios del arte y la cultura en Gabrovo y asistida por su homólogo bilbaíno, Joseba Iñaki López de Aguileta.
Los dos ayuntamientos buscarán "estrategias de colaboración para el desarrollo de proyectos culturales e intercambio de artistas", según ha resumido el consistorio bilbaíno en un comunicado.
La representación búlgara recibirá durante su estancia información sobre las estrategias de Bilbao para la promoción del arte, la moda y la tecnología, tal y como han destacado desde el Ayuntamiento.
Gabrovo planea convertirse en "un centro de diseño y arte contemporáneo", de ahí, aseguran fuentes municipales, su interés por "conocer las buenas practicas y los proyectos de emprendimiento creativo existentes en Bilbao".
La delegación búlgara visitará el Azkuna Zentroa, la Fundación Bilbao Arte, la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del País Vasco y varias galerías de arte de la ciudad.
Gabrovo, una ciudad "tradicionalmente ligada a la industria textil", planea convertirse en el principal foco turístico en Bulgaria.

viernes, 24 de julio de 2015

El festival 'Ja! Bilbao' premia al cineasta Fernando Trueba





El Festival internacional de literatura y arte con humor de Bilbao 'Ja! Bilbao' ha decidido otorgar su premio de este año al cineasta Fernando Trueba, en reconocimiento a una trayectoria profesional en la que el humor ha ocupado un lugar muy destacado.

El también productor y guionista, distinguido este año con el Premio nacional de cinematografía del Ministerio de Cultura, se convierte en el primer cineasta al que el Festival bilbaíno otorga su premio, dotado con20.000 euros.

En sus cinco primeras ediciones se reconoció la trayectoria de los escritores Tom Sharpe, Ismail Kadaré y Julian Barnes, y de los dibujantes Francisco Ibáñez y Robert Crumb, según recordó este jueves la organización del certamen.

Trueba recibirá el premio BBK Ja! Bilbao 2015 en un acto que se desarrollará el 12 de octubre como colofón de la programación del festival, en el que el galardonado se someterá a una entrevista frente al público realizada por una destacada personalidad, todavía por decidir.

La organización adelantó también que la exposición antológica 'Quino por Mafalda', organizada con motivo del sesenta aniversario de la primera publicación del humorista argentino y que hasta la fecha solo se había expuesto en Sudamérica, se exhibirá en primicia para España en Bilbao,del 23 de septiembre al 18 de octubre.

El Edificio Ensanche albergará esta amplia muestra del trabajo del creador de 'Mafalda', su personaje más conocido, que estará presente en la exposición a través de una espectacular figura de ocho metros de altura.

El impulsor del certamen, el escritor Juan Bas, explicó también que se ha cambiado la denominación del festival, que hasta ahora se llamaba 'La risa de Bilbao', por 'Ja! Bilbao', porque "la marca 'Ja! Bilbao' unifica su imagen y concepto con el logotipo que veníamos utilizando".

"También representa mejor los contenidos de humor en la literatura y en las artes que son objetivo del festival, más allá de la risa", apuntó.

jueves, 23 de julio de 2015

Basquiat y Koons convierten a Bilbao en referente museístico europeo



El Guggenheim Bilbao sigue manteniendo su tirón cultural y turístico 18 años después de que abriera sus puertas, como demuestran las largas colas que se están produciendo este verano. Concretamente, ayer fue uno de los días de mayor afluencia en lo que va de año. “Las exposiciones que vamos a dedicar a Koons y a Basquiat van a convertir al Guggenheim Bilbao en referente cultural europeo”, decía recientemente el director general del museo, Juan Ignacio Vidarte.
Y así ha sido. El tirón de estos dos pesos pesados de la escena norteamericana de los años ochenta es evidente. La apuesta por Koons y Basquiat, dos de la figuras más prominentes del arte de nuestro tiempo, para protagonizar la época estival, parece que ha sido acertada. Durante estas semanas, la afluencia del público al museo -un 70% extranjero- ha crecido considerablemente. Ayer, coincidiendo también con un día de lluvia, las colas a la entrada fueron continuas a lo largo de toda la jornada. Según informaron desde el museo bilbaino, 6.296 personas visitaron el edificio diseñado por Frank Gerhy. Una cifra solo conseguida el año pasado durante algunos días de agosto.
En lo que va de año se han acercado al museo 536.491 personas, lo que supone un 6% más que durante el mismo periodo del año pasado y un 8% más de las previsiones realizadas por los responsables del museo. A falta de cerrar el balance de visitantes de este mes, se confía en superar las cifras del pasado julio, cuando el museo volvió a despuntar con 122.437 visitantes durante el segundo mejor mes de su historia. El mejor julio fue en 2012, cuando el museo recibió a 127.774 personas, coincidiendo también con otra retrospectiva dedicada a un artista de gran tirón internacional, David Hockney.
APUESTAS Jeff Koons es uno de los artistas contemporáneos mejor pagados del mundo y, sin duda, uno de los más mediáticos. La retrospectiva que se ofrece ahora en el Guggenheim recorre 35 años de la carrera de este prolífico y controvertido creador. Su éxito estaba casi garantizado. Se presentó por primera vez en el Whitney Museum de Nueva York, pulverizando récords de público, y consiguió también destronar en cuanto a número de visitantes a la de Dalí cuando viajó más tarde al Centro Pompidou de París.
Ahora, en Bilbao se pueden ver casi 150 piezas realizadas por el autor de Puppy, desde 1978 hasta la actualidad, entre las que se encuentran sus trabajos más icónicos y sus series más significativas, dispuestas en la primera y la segunda planta de museo en orden cronológico.
La otra apuesta fuerte del verano es la exposición dedicada a Jean-Michel Basquiat, que ocupa la tercera planta del Guggenheim Bilbao. “La muestra ha sido posible gracias a la consolidación en 2015 de la aportación económica por parte de la Diputación Foral de Bizkaia al Museo, que ha permitido seguir trabajando en nuevos proyectos que refuerzan el calendario expositivo”, explicaban desde el museo. Organizada por la Galería de Arte de Ontario, una de las más prestigiosas de Canadá, en colaboración con el Guggenheim Bilbao, la exposición se ha convertido en una de las citas artísticas imprescindibles del verano en Europa.
La fulgurante y transgresora trayectoria de Basquiat le llevó a pasar en unos meses de ser un grafitero que vivía en una caja de cartón en Brooklyn, a la estrella más fulgurante del firmamento artístico internacional. A día de hoy, las obras del artista afroamericano Jean-Michael Basquiat (1960-1988) alcanzan en los mercados de arte cifras vertiginosas y siguen siendo un referente para nuevos artistas.

martes, 21 de julio de 2015

Artistas donostiarras se 'exilian' en Bilbao




Hace un mes el Museo de Bellas Artes de Bilbao presentaba un gran paquete de donaciones y depósitos entre los que destacaban las obras de varios donostiarras: Marta Cárdenas (1944), Gonzalo Chillida (1926-2008) y Andrés Nagel (1947). Desde entonces mucha gente se ha preguntado por qué la pinacoteca bilbaína ha sido la elegida y no, por ejemplo, el Museo San Telmo.
Un par de semanas más tarde, Cárdenas, en el mismo marco, en el acto público para hacer oficial la donación, comentó que se había decantado por el centro bilbaíno porque «al llamar a las instituciones de San Sebastián, me dijeron que nadie podía quedarse con mis trabajos (300 obras en papel y 55 cuadernos)». Entonces las alarmas saltaron: ¿Desde Gipuzkoa se estaba rechazando la obra de reconocidos artistas?
Dolida con San TelmoLa artista explica que «en principio quería que mi obra estuviera en San Sebastián, pero no tenía muy claro dónde se podía albergar. Hablé con el director del Koldo Mitxelena, Frantxis López de Landatxe, quien me comentó que por parte de la Diputación lo veía muy complicado. Pensé en Arteleku, pero ha desaparecido. Me dirigí al nuevo centro que ha derivado de él, Kalostra, también me indicaron que era imposible».Ahora, Cárdenas explica las razones por las que ha tomado esa decisión, que parecen una mezcla entre la preocupación por preservar su delicada obra, la necesidad de despejar el garaje donde trabaja para poder pintar lienzos de grandes dimensiones que presentará en la exposición que realizará el año que viene en la Sala Kubo-Kutxa, su malestar con alguna institución y un espíritu algo impulsivo.
Preguntada por qué no había recurrido a San Telmo afirma que «ni se me ocurrió hablar con ellos». La razón: está muy dolida con el museo donostiarra. «En su depósito tiene tres o cuatro cuadros míos que no se han expuesto nunca, jamás, desde que se hizo la reforma (hace cuatro años) e incluso antes. Entonces, ¿por qué les tenía que ceder mi trabajo?». También reconoce que no se dirigió directamente al responsable del Bellas Artes, Javier Viar. «Quien mejor me atendió y con mayor amabilidad fue Miguel Zugaza, el actual director del Prado. Hace años estuvo al frente del museo de Bilbao y me organizó varias exposiciones. Es muy amigo mío. Consideró que la mejor alternativa era llevar mi obra a Bilbao». La donación incluye trabajos de todas sus etapas creativas hasta el año 1997, cuando tras un viaje a la India, dio un giro a sus planteamientos. En la presentación ya señaló que «todo lo que sigue está en mi casa porque necesito tener cerca mi obra última para seguir trabajando en ella».
Cárdenas afirma contundente que «no tengo nada contra San Sebastián, ¡Dios me libre! Me gusta muchísimo y si pudiera viviría todo el año ahí. Pero no me da pena que gran parte de mi legado no se encuentre en mi ciudad. Bilbao está ahí al lado y admiro mucho el Museo Bellas Artes. Estoy muy contenta con la decisión que he tomado. Es una pinacoteca de referencia en España. Es el segundo museo después del Prado, no solo por sus contenidos sino por la gestión que tiene desde hace años. La competencia entre Bilbao y San Sebastián me parece un poco ridícula. El Bellas Artes ha tenido menos en cuenta la última moda y se ha preocupado por los corredores de fondo, por los que tenemos un recorrido serio y profesional. Además, creo que Donostia ha pasado un momento malo con Bildu. Ha determinado muchos de los aspectos que ahora están pasando en el arte».
Reitera que se siente decepcionada con San Telmo porque «ha tenido una relación muy poco adecuada conmigo. Formo parte de la Asociación de Amigos de San Telmo y tengo una relación estupenda con su presidenta, Monserrat Fornells. No conocía a su actual directora, Susana Soto, pero creo que no ha estado bien conmigo, no ha tenido una reacción positiva. No se puede tener a un artista metido en el depósito sin enseñarlo jamás». Tras sus declaraciones en el Bellas Artes, Soto se puso en contacto con la artista donostiarra. «Me dijo que estaba muy dolida y no entendí por qué».
Revisar la situación
Desde San Telmo no quieren incidir mucho en el tema para no crear polémica. Su directora explica que «cuando leí la información en la que Marta Cárdenas decía que ninguna institución de aquí quería su obra le llamé por si había habido algún error, que se había puesto en contacto con nosotros pero que por algún fallo no nos habíamos enterado. Me dijo que no y me explicó sus razones. Quedé en que revisaríamos la situación para intentar solucionarla y así se quedó la cosa».
Otro de los aludidos por la pintora, Frantxis López de Landatxe, comenta que «es cierto que hubo una conversación con Cárdenas sobre esta cuestión, pero fue dentro de una charla mucho más amplia y este fue el tercer o cuarto tema. Con ella tenemos muy buena relación y hablamos habitualmente. Parte de los cuadernos que ha donado son los que expusimos nosotros en la Ganbara en 2004».
El responsable del Koldo Mitxelena recuerda que «el año pasado me comentó que tenía miedo de que los dibujos y cuadernos se estropearan por la humedad y que estaba buscando un lugar donde poder alojarlos. Estaba claro que en el KM no teníamos sitio, pero le hablé de la posibilidad de que se guardaran en Gordailua, que entonces estaba debatiendo cómo iba a repartir los espacios. Le dije que esperara a que se tomara esa decisión, que serían unos meses y que se le trataría con gran cariño, que después de tanto tiempo, por retrasarlo unos meses, las obras no se iban a deteriorar. Además, en principio solo iba a ser un depósito. Me sorprendió cuando escuché que los había donado. Marta Cárdenas tiene un carácter bastante impulsivo y puede que eso le haya llevado a tomar una decisión tan rápida».
Obras de Gonzalo Chillida
La familia de Gonzalo Chillida también consideró que el Bellas Artes de Bilbao era, como explica su hija Alicia desde Nueva York, «el museo que presentaba una mejor infraestructura para la conservación y exhibición de la obra de nuestro padre». También tuvieron en cuenta que la pinacoteca había dedicado una gran retrospectiva de la obra del pintor en los años 90 comisariada por Jorge Barandiarán y Miguel Zugaza.
En el caso del pintor donostiarra sus herederos han optado por hacer un depósito o comodato de 500 obras y una donación de otras tres, -una marina de los 90 y dos bodegones de los 50-. Otra donación que han hecho es de un cuadro de Vicente Ameztoy que representa a dos bailarinas vascas con la cara de Arias Navarro, presidente del último gobierno de Franco, y una plantación de pino insignis delante de la refinería petrolífera de Muskiz.
Los herederos de Gonzalo Chillida contemplaron la posibilidad de trasladar la obra de su padre a Gordailua, pero esta instalación todavía no estaba en funcionamiento por lo que decidieron decantarse por el Bellas Artes.
De Ruiz Balerdi y Nagel
Una de las precursoras de esta modalidad de llevar la obra a la institución bilbaína fue la heredera de Rafael Ruiz Balerdi (Donostia, 1934-Altea, Alicante, 1992), Hilda Koch, que donó en 2004 un excepcional conjunto de obras del pintor -3 óleos, 3 tizas, y 2.375 obras de papel, es decir dibujos, grabados y acuarelas- y dejó en depósito a largo plazo 240 óleos más. En el paquete presentado hace un mes también se incluían 34 obras -18 estampas y 16 esculturas- de Andrés Nagel.
Esta donación tenía un marcado carácter sentimental. El artífice de esta donación fue José Tasende. Cuando en su galería de La Jolla, en California, vendía una obra del donostiarra, él compraba otra. Con la donación, el estadounidense ha homenajeado a su madre, la bilbaína Ángela Tasende Elcoroiribe. Ambos salieron en un barco hacia Nueva York en 1946. Residieron muchos años en México. A ella le gustaba el museo y el parque de Doña Casilda y le transmitió ese amor a su hijo, un galerista especializado en artistas del siglo XX como Henry Moore, Niki de Sain Phalle o Eduardo Chillida.

Bilbao

domingo, 19 de julio de 2015

Dantza Plazetan en julio - Dantza Plazetan, uztailean zehar

El Bilbao bajo las aguas




La transformación que ha experimentado la villa de Bilbao en la superficie no hubiera sido posible sin el espectacular cambio que se ha vivido bajo las aguas. La ciudad que atrae turistas, referente cultural y arquitectónico y ejemplo de regeneración urbana sería del todo improbable de seguir estando atravesada por una "cloaca navegable" como era el Nervión en los años 80. Aquel cauce saturado de residuos es hoy un estuario sano que alberga una veintena de especies acuáticas sólo en su tramo bilbaíno y más de 60 en todo El Abra.
La historia de la ría en los últimos 30 años es prácticamente la de la resurrección de un muerto. En 1989 la corriente que discurría por el cauce difícilmente podía recibir el nombre de agua. "Ese fluido turbio, de color marrón amarillento, presentaba un problema de oxigenación muy grave, sobre todo en el tramo urbano del estuario, y un lecho de sedimentos muy contaminado, con una alta concentración de metales", describe Javier Franco, biólogo e investigador de Azti, centro tecnológico de innovación marina adscrito al Gobierno vasco. Esa situación hacía "prácticamente imposible" la vida en la zona interior de la ría, mientras que en la zona media y exterior ésta se limitaba a una fauna "muy pobre". La elevada concentración de bacterias fecales no depuradas le daba un olor nauseabundo, pero tenía además otra consecuencia: las playas del entorno de El Abra no eran aptas para el baño.
El estado "crítico" del estuario era el resultado de décadas de una política medioambiental que permitía la contaminación indiscriminada. A finales del siglo XIX la villa había estrenado un sistema de saneamiento, impulsado por el alcalde Felipe Uhagón, que consistía en una red de colectores que vertían directamente al cauce las aguas residuales. Aunque moderno para su época, se reveló incapaz de hacer frente al espectacular crecimiento que experimentó la villa durante el siglo posterior. Los residuos domésticos de una población casi cinco veces mayor, pero sobre todo los vertidos de la industria pesada convirtieron el estuario en uno de los más contaminados de Europa. En los años de mayor actividad fabril, la ría de Bilbao llegó a recibir hasta 2.000 toneladas diarias de residuos, entre los que había ácidos, metales, compuestos cianurados y nitrogenados.
Consumo "seguro"La eliminación de los vertidos era condición indispensable para que el agua de la ría recuperara niveles de oxígeno aceptables. La puesta en marcha de la nueva red de saneamiento en 1990 derivó esos residuos hacia plantas depuradoras e inició lentamente el camino de la regeneración. Sin embargo, el punto de inflexión se sitúa "en 2001, con la puesta en marcha del tratamiento biológico de las aguas residuales en la planta depuradora de Galindo", explica Javier Franco. Este proceso, capaz de eliminar hasta el 95% de la carga contaminante, antes de devolver el agua a su cauce, fue determinante para que el estuario comenzara lentamente a ser un lugar apto para la vida.
Los resultados no se hicieron esperar. Tras una década en que los análisis de fauna que realizan periódicamente los investigadores de Azti no dieron ningún resultado, en 2002 se documentaron las tres primeras especies de peces en el fondo de la ría. Sólo habían pasado unos meses desde que se puso en marcha el tratamiento biológico, pero los niveles de oxígeno habían crecido lo suficiente como para que los animales más resistentes a la contaminación, como el cangrejo verde -karramarro-, la quisquilla gris o el cabuxino, se aventuraran aguas arriba.
"Los primeros resultados fueron rápidos, pero el proceso de recuperación de la biodiversidad ha sido largo y progresivo", aclara el investigador. En los años siguientes se dejaron ver anguilas y mubles y para mediados de la década se podían encontrar en la ría, a su paso por Bilbao, lenguados, platijas o mojarras. La pesca, algo impensable en el casco urbano durante décadas, volvió a ser una práctica común entre los bilbaínos. De hecho, la Federación Vizcaína de Pesca organiza desde ese mismo año cursos de iniciación para menores de 16 años, además de concursos, maratones de pesca y campeonatos. "Al principio hicimos pruebas en la zona del Ayuntamiento y no picó ni un pez, ni siquiera mubles", recuerda la coordinadora, Mari Carmen Lozano, pero pronto "comenzaron a aparecer carpas e incluso algunas truchas arrastradas por la corriente del Ibaizabal, que sorprendentemente seguían vivas".
Las cañas apostadas en el muelle se convirtieron en los mejores indicadores de que la salud de la ría mejoraba paulatinamente. Hoy se pueden pescar lubinas, doradas, chicharros o anchoas, "la misma fauna que encontraríamos en un cauce que no ha sido contaminado", apunta Franco. Hay especies, como las platijas, "que requieren una oxigenación muy alta", y que pueden verse nadando cerca de El Arenal. Sin embargo algunos todavía dudan a la hora de llevarse el pescado a la mesa. Mientras los investigadores se muestran más reticentes por la posibilidad de que los peces contengan metales que el cuerpo humano no puede absorber, la mayoría de los pescadores confían en su salubridad. Desde la Federación advierten que sólo promueven pesca deportiva, sin muerte, y en sus competiciones es obligatorio devolver el pez al agua después de medirlo. No obstante, afirman que el consumo es seguro.
En vista de que el lecho se había regenerado rápidamente al mejorar la calidad del agua, en 2006 el Consorcio de Aguas decidió no acometer el dragado de la ría, pues remover los sedimentos contaminados podía poner en peligro la incipiente fauna. Así es como el Nervión sigue guardando en su fondo el recuerdo de décadas de contaminación. La limpieza de las aguas, que tomó como referencia el ejemplo de Newcastle, se puede dar por completada con éxito. "La lámina de agua sí ha recuperado su biodiversidad habitual", asegura Franco. Sin embargo, el estuario no puede desprenderse tan fácilmente de su pasado. La presencia humana a lo largo de siglo y medio de industrialización ha supuesto "una gran pérdida de hábitats para la fauna y flora". Arenales, dunas o marismas que una vez formaron el paisaje de las orillas del Nervión y que "son ya irrecuperables".