Desde los Smashing Pumpkins, en 1998, a Dylan, Björk, Red Hot Chili Peppers, Patti Smith, Simple Minds, Mike Oldfield, Arcade Fire… y Kraftwerk esta semana. Son los músicos más conocidos que han dejado impregnado el titanio del Guggenheim con sus canciones en las casi dos décadas de vida del museo bilbaino, tanto en su interior como en su explanada anexa, abriendo su programación al arte más popular.
Smashing Pumpinks, el grupo del engreído Billy Corgan, fue el encargado de abrir fuego a las grandes bandas internacionales con un concierto (y rueda de prensa previa) en el que presentaron su bello y relajado Adore, en el exterior del museo, en mayo de 1998. El testigo lo cogieron Red Hot Chili Peppers, que también se encontraron con la prensa antes de estrenar su trabajo del momento (abril de 2006), su noveno y doble Stadium arcade, ante unos 500 privilegiados que disfrutaron de un concierto que se preveía duraría 45 minutos y se alargó hasta la hora y media.
Entre el pop y la experimentación se ubica Björk, que se dejó caer en el 10º aniversario del museo, el 19 de julio de 2007. La estrella islandesa presentó Volta, su sexto disco, pocos meses antes del desembarco de Mike Oldfield. El autor del mítico Tubular bells ofreció en el atrio, en marzo de 2008, el pre-estreno mundial de Music of spheres, disco cercano a la música clásica y basado en los cuerpos celestes. Actuó junto a la Orquesta Sinfónica de Euskadi y el coro femenino de la Sociedad Coral de Bilbao, ante únicamente unas 200 personas reunidas en su atrio durante una hora.
Los escoceses Arcade Fire lo hicieron en el exterior, el 13 julio de 2011. Ofrecieron temas de sus dos magníficos primeros discos y del por entonces actual y más irregular, The suburbs, ante unas 6.000 personas. El 15º aniversario se celebró por todo lo alto, empezando con un concierto del legendario Bob Dylan, que presentó sus clásicos (siempre remozados en vivo) el 11 de julio de 2012 ante unas 7.000 personas.
El Guggenheim acogió ese año también Women’s Nights, un ciclo de conciertos en formato íntimo en el atrio centrado en la música realizada por mujeres. Entre los meses de julio y noviembre, desembarcaron cinco grandes propuestas, lideradas por Patti Smith, que cerró los conciertos. Antes, actuaron la veterana y pionera del rockabilly Wanda Jackson, Nneka, la latina Julieta Venegas y el exótico dúo Cocorosie. La lista la cierra Kraftwerk, el grupo alemán pionero en música electrónica, que durante ocho días, y hasta el día 14, actúan en el atrio del museo.
Además, el Guggenheim ha servido como escenario para la grabación de video-clips. Allí filmaron uno Mariah Carey, en agosto de 1998, y los escoceses Simple Minds, unos meses antes, con motivo del single Glitterball, de su CD Neápolis. Antes, en 2002, los de Jim Kerr habían ofrecido un concierto gratuito ante casi 20.000 personas en la apertura de Aste Nagusia.
DEL JAZZ A LA ELECTRÓNICA Sin tanto renombre pero igualmente atractivas resultan dos iniciativas relacionadas con el jazz y la música de baile. La primera son las BBK Jazz Guggenheim Gauak, que se celebran durante Aste Nagusia. El ciclo ha acogido conciertos de Ben Monder Trio, Jorge Pardo, Orrin Evans, Carl Winther Quartet, Iván Melón Lewis, Susana Weinert, Jesse Davis o Iñaki Salvador. El segundo es el ciclo Art after Dark. Como en el anterior, la entrada permite ver las exposiciones, en este caso al ritmo de los mejores DJs internacionales, estatales y locales, caso de Miss Kittin, Claud e Vonstroke, Clayton Steele, Kasper Bjorke, Wean Pearson, Aldo Linares, Mimoloco, Ivan Smagghe o Nacho Canut.