La implicación de la dirección del Museo, propiedad de las instituciones públicas Ayuntamiento de Bilbao, Diputación de Bizkaia y Gobierno vasco, en la mesa de negociación de este conflicto era una de las exigencias reclamada tanto por los trabajadores como por la empresa, para poder poner fin a la huelga indefinida que mantienen estos empleados desde el pasado 7 de junio.
La entrada en escena del Patronato en el conflicto se produjo el pasado jueves, a través del director de Trabajo del Gobierno vasco, Xabier Losantos Omar, quien comenzó reuniéndose, por separado, con los representantes sindicales de los huelguistas.
En varias reuniones ese jueves y al día siguiente, ambas partes avanzaron en la negociación de las reivindicaciones salariales y laborales de los empleados, que demandan una subida progresiva de sus sueldos entre 2016 y 2018, hasta alcanzar la cifra de 1.200 euros netos mensuales para la jornada de 40 horas semanales por 14 pagas anuales.
Para alcanzar esta cifra en 2018, año en que deberá volver a sacarse a concurso la adjudicación de estos servicios de atención al público, era necesario que el Patronato se comprometiese a elevar la cantidad que se destina a ese contrato para que la adjudicataria pueda afrontar dicha subida salarial, han recordado a EFE fuentes sindicales.
Las mismas fuentes han rebajado el optimismo que los avances habidos en dichas reuniones ha producido entre los miembros del Patronato del Museo sobre una pronta resolución de la huelga ya que, han precisado, "ni se cerró ningún acuerdo ni nos comprometidos a aceptar nada".
Han advertido, además, de que cualquier acuerdo que se adopte en la mesa de negociación deberá ser refrendado por la asamblea de los trabajadores para poder poner fin a la huelga indefinida.
Han negado, también que hoy vayan a tener ninguna nueva reunión con el representante del Patronato ni que se vaya a poner fin pronto a la huelga, ya que queda por negociar las subidas salariales para 2016 y 2017, algo que no está en manos de la dirección del Museo, sino de la empresa para la que trabajan actualmente, Manpower Group.
Fuentes de esta empresa han declinado dar precisiones sobre el estado actual de las negociaciones y se han limitado a señalar que siguen negociando las condiciones laborales y salariales de sus 34 empleados del Museo bilbaíno.
Los representantes de los trabajadores les entregaron la semana pasada una contraoferta de convenio colectivo en la que proponían subidas escalonadas a lo largo de este año, el próximo y 2018, que serían del 40 % de la diferencia entre lo que cobran actualmente y los 1.200 euros reclamados para 2016 y otro 40% para 2017, y el 20 % restante, en 2018.
Las fuentes sindicales advirtieron entonces de que esta cifra es "el mínimo que consideramos un sueldo decente, por lo que no se va a mover".
La huelga de los empleados de asistencia al público del Museo de Bellas Artes está generando un gran perjuicio económico a la pinacoteca bilbaína ya que la exposición principal del verano, dedicada a la escultura hiperrealista, ya montada en sus salas y sin estrenar, sigue sin poder ser vista por el público.
Sin embargo, su montaje, el traslado de las piezas y su aseguramiento ya ha generado unos gastos que la pinacoteca no esta pudiendo compensar al no poder abrirla al público, han recordado las fuentes sindicales.
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