Descubre qué ver en Bilbao: sus lugares más populares que visitar, qué hacer en Bilbao, sus fotos y vídeos, gracias a todos por acompañarnos en este viaje.
Bilbao y sus habitantes esperan al viajero con los brazos abiertos. La ciudad ofrece una gran cantidad de atractivos para hacer que las visitas a sus calles, a sus plazas, a su Ría, sean una experiencia inolvidable.
Desde las estrechas calles del Casco Viejo hasta la Gran Vía y el Nuevo Bilbao hay todo un mundo de historia y leyendas que hicieron del pequeño puerto nacido a orillas de la Ría un referente mundial.
Sumergirse en su vida requiere tiempo. Uno, dos o tres días no son nunca suficientes para conocer Bilbao a fondo, pero sí para llevarse una idea de esta ciudad y para pensar que hay que volver a este rincón del corazón del mundo.
La ciudad requiere su tiempo. Verla desde las alturas nos da una idea de la complejidad de una villa que nació y creció en torno a una Ría, para ser un puerto y que con el paso del tiempo se transformó en un gran centro industrial y de servicios. Las montañas la envuelven y Bilbao termina creciendo en sus laderas. Pero Bizkaia envuelve la villa y no se entiende esta ciudad sin acercarse al mar.
La Ría nos muestra el camino a seguir, y por ella nos acercamos a uno de los más conocidos monumentos de todo el país, el Puente Bizkaia, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
Nos dirigimos a la Plaza del Funicular situada en el centro del castizo barrio de Castaños, justo detrás del Campo Volantín. Esta plaza recibe su nombre del Funicular de Artxanda que es más que un medio de transporte, es parte del corazón de Bilbao y de sus gentes.
Nos subimos a este funicular para llegar a las alturas y encontrarnos lejos y cerca de Bilbao. El mirador de Artxanda se asoma al “botxo” y desde aquí distinguimos lo nuevo y lo viejo; los montes que lo rodean y la Ría que lo surca. Bilbao a nuestros pies y Bizkaia en el horizonte.
Tras pasear y disfrutar de Artxanda tomamos de nuevo el funicular para atravesar el barrio de Castaños y encontrarnos con la Ría y el Zubi Zuri en el Campo Volantín. Cruzamos el puente y ascendemos bajo la mirada de las Torres de Isozaki (Isozaki Atea) para ver el Palacio de Ibaigane, ejemplo de la arquitectura residencial neovasca, donde se respira la historia y solera de Bilbao y el Athletic.
Por la Alameda Mazarredo llegamos al Puente de la Salve donde nos recibe Puppy a las puertas delGuggenheim. Arte fuera y arte dentro; arte en continente y contenido. En el exterior y en el interior de este museo, todo nos habla de la imaginación y el buen hacer.
Tras visitar el Museo Guggenheim nos espera la cocina, otro arte con mayúsculas en esta tierra, entre los vascos. En los alrededores encontramos por doquier lugares donde sentarnos a una buena mesa y disfrutar con todos los sentidos.
El Paseo de Abandoibarra nos acompaña para hacer la sobremesa más agradable: arte y Ría. La memoria siempre presente. Atravesamos el último puente construido en Bilbao, Puente Pedro Arrupe, de madera y acero para llegar a la Universidad de Deusto: historia y sabiduría hechas piedra en Bilbao para los vascos y para el mundo.
Encontramos edificios de la universidad entre jardines, en el barrio de Deusto, antigua anteiglesia, que también da nombre al puente, Puente de Deusto que espera a los barcos para levantarse y dejarlos pasar. Ribera de Botica Vieja entre paseos y la Ría. Un tigre nos contempla desde las alturas y ya vemos el Puente Euskalduna y la grúa, la "Carola".
Cruzamos el puente para acercarnos al Museo Marítimo y a los diques donde reposan sus barcos. Recuerdos del antiguo Astillero Euskalduna, historia tangible de una ciudad que mira más allá de sus fronteras. Tras el puente, elPalacio Euskalduna, barco a medio terminar en los astilleros, cargado de música y teatro; lugar de encuentro y comunicación.
Cruzando la Plaza del Sagrado Corazón vemos los Jardines de la Misericordia; que hablan de otra época y otra sociedad. Atravesamos Sabino Arana y en las calles Licenciado Poza, Rodríguez Arias o Alameda Urquijo disfrutamos del ambiente de una tarde en Bilbao. Los bares nos invitan a descansar y los negocios a entrar en ellos. Los grandes edificios del Ensanche nos acompañan recordándonos el lugar donde creció Bilbao.
Por la Alameda Urquijo nos acercamos a Azkuna Zentroa. Este emblemático edificio renovado por Philippe Starck guarda un hall iluminado por un sol inmenso que nos invita a pasear entre columnas y a disfrutar de lo más nuevo de Bilbao.
Y hasta aquí nuestro primer día en Bilbao. Recuerda que tiendas y restaurantes, bares y pubs te harán disfrutar. La elección de dónde disfrutar del tiempo no es fácil en el centro de la capital. Todos nos reciben con los brazos abiertos, la ciudad es joven.
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