domingo, 17 de junio de 2018

Bilbao vuelve a sumergirse hoy en la Noche Blanca como broche a su 718 'cumpleaños'


Una de las instalaciones en el marco de la Noche Blanca./Borja Agudo
Una de las instalaciones en el marco de la Noche Blanca. / BORJA AGUDO

Los rincones más emblemáticos de la villa volverán a brillar esta noche con más de 30 actividades donde la música, la luz y el color son protagonistas

OLATZ HERNÁNDEZ
La Noche Blanca volverá a extender hoy su magia por los rincones más emblemáticos de la ciudad para celebrar el 718 cumpleaños de la villa. Ya lo hizo ayer, con más de 30 actividades en las que la luz, el color y la música se aliaron para transformar edificios históricos, plazas y museos. Quienes no pudieron asistir a estos espectáculos -o se rindieron al sueño, la pereza o el molesto sirimiri y se quedaron en casa- tienen hoy otra oportunidad -la última- para ser testigos de una velada distinta
Ayer a las nueve ya retumbaban los sonidos de la fiesta. Desde el pórtico de la Catedral de Santiago, la Orquesta Sinfónica de Acordeones de Bilbao tocaba las primeras notas como aviso, mientras el público se apelotonaba contra las verjas. Alimentando el misticismo de la velada, marionetas gigantes de cuatro metros de altura marchaban con ritmos acompasados por las Siete Calles. Saludaban a todo el mundo, pero los más pequeños intentaban mantener las distancias. «Pero si no hace nada, ¿ves?», animaba una madre.

El 'Universo Bilbao'

En los Tinglados de El Arenal un túnel de luz invitaba a entrar en un viaje de perspectivas. Dentro, algunos aprovechaban para sacarse 'selfies', con las bombillas de fondo. Sobre las diez y media, cientos de personas se dirigían hacia el Ayuntamiento, el eje central de la fiesta. También estuvo allí el alcalde, Juan Mari Aburto, al que le gustó especialmente el espectáculo 'Light Factory', proyectado sobre la fachada de la Casa Consistorial. Continuó la ruta por el brillante 'Universo de Bilbao' en el Arriaga y se dirigió la Plaza Nueva, donde admiró los girasoles de la sede de Euskaltzaindia.
Cerca de allí, decenas de personas hacían cola junto a la entrada del Museo Vasco para asistir al espectáculo teatralizado BERTSE, sobre la historia de la villa de Bilbao. Bajo el recientemente estrenado claustro cubierto apareció la transformación de la ciudad desde su fundación hasta la actualidad
Otra orquesta, esta vez en la Iglesia de la Encarnación, mantenía el hilo musical de la velada. Una intervención de luz y música clásica-contemporánea transformaba la portada de estilo renacentista. Al otro lado de la ría, en el Muelle Marzana, un espacio 'chill out' servía para fotografiarse, charlar y también descansar de esta noche de cumpleaños, que se alargó hasta las dos de la madrugada. 

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