Alberto San Juan actúa hoy y mañana en Pabellón 6. (Foto: DEIA)
BILBAO - No teme a la soledad. De hecho, Alberto San Juan confiesa llevar bien cuando, tras el espectáculo, se apagan las luces y regresa al hotel solo. “Hay que saber disfrutar tanto de la soledad como de la compañía”, apunta. Estos días, al actor madrileño se le puede ver en Bilbao con un monólogo cómico en el que muestra su visión, siempre crítica y con humor, de la actualidad y de la historia.
No tiene que ser fácil enfrentarse solo a un texto y hacerlo como un autorretrato. ¿Cómo surge la idea de esta obra?
-La idea nació en otoño de 2012 por una doble necesidad. La primera, económica: tenía muchas deudas y ningún trabajo. Tenía que inventar algo para vivir. La segunda, más profunda, era la necesidad de comprender la explosión de miseria que se extendía desde al menos dos años antes y que aún hoy continúa.
¿Primera vez en Pabellón 6?
-Primera y muy deseada vez.
¿Y cómo surge el contacto con este teatro bilbaino?
-A Ramón Barea le conocí en la primera película que hice hace veinte años y siempre ha habido una relación de simpatía. Me parece muy bueno el proyecto que tiene con otros compañeros.
Pero en Bilbao sí ha estado antes...
-En Bilbao, muchas veces, pero nunca con Autorretrato.
Alberto es una persona sin pelos en la lengua; claro, que no vacila. ¿Eso le ha ayudado o le ha generado más problemas?
-Ningún problema, que yo sepa...
Es un hombre con una dilatada experiencia en televisión, cine... ¿Dónde se siente más a gusto?
-Los proyectos en los que he participado en teatro siempre han sido personales, durante quince años con Animalario y, desde hace tres y medio, con la cooperativa Teatro del Barrio. Pero echo de menos el cine. Aunque acabo de hacer una película, El Rey, sobre Juan Carlos I y su reinado, producida por el Teatro del Barrio.
¿Está acabada?
-Estará finalizada para noviembre. Los intérpretes somos Luis Bermejo, Willy Toledo y yo. Después de dos años de gira terminamos en junio y, después, decidimos convertirlo en película teatral. A partir de noviembre le daremos la máxima difusión para ver quién lo quiere.
El cine y el teatro son formatos muy diferentes.
-Cada uno tiene su propia magia, el teatro es el lugar que siento más natural y el cine tiene elementos únicos y es maravilloso.
El teatro le permite un contacto más cercano con el público.
-Lo que marca la gran diferencia en el teatro es que sucede en directo. El cine es un proceso mucho más dilatado en el tiempo y que se hace de otra manera. Te relacionas con la cámara y no con el público.
Alberto estudió Periodismo. ¿Ha ejercido?
-Sí. Trabajé dos años en la sección local del Diario 16. Una etapa hermosa.
¿No ha pensado cómo habría sido su vida como periodista?
Me parece una profesión apasionante y socialmente imprescindible. El problema es la propiedad de los medios que, en demasiados casos, forma parte de los principales intereses económicos y por lo tanto, tiene intereses que no son precisamente ofrecer información independiente.
¿Cómo decide dar el salto a la política?
-Tuve un paso fugaz y muy superficial por el Consejo Ciudadano Autonómico de Podemos en Madrid. No creo que vuelva a formar parte de ninguna estructura orgánica de ningún partido. Creo en la naturaleza política de los individuos y los colectivos, no en la política como profesión ni en los partidos como forma de organización política.
¿Le ha abierto o le ha cerrado puertas?
-Ninguna de las dos cosas, que yo sepa.
Ha dicho alguna vez que no cree en los partidos. ¿En qué cree Alberto?
-En la organización política ciudadana colectiva, horizontal, asamblearia y autónoma respecto a los partidos.
¿Ha dejado muchas cosas en el camino por ser actor?
-Dejo de tener fines de semana libres para compartir con la familia y los amigos. Me gano la vida en gira.
¿Qué es eso que no soporta?
-El desprecio a la vida, en cualquier forma.
¿Tiene alguna manía antes de salir al escenario?
-Ninguna en especial.
¿Amigo de sus amigos?
-Seguramente podría ser más generoso.
¿Siempre hay que ir de frente o a veces hay que encontrar un camino alternativo?
-Muchas veces hay que buscar caminos alternativos. Si un tipo alza el puño para descargarlo sobre mí, prefiero sortearlo.
¿Qué reacción pretende generar en las personas que vayan a verle?
-Voy sin pretensiones. Espero que lo pasemos bien.¿Se ha tropezado muchas veces en misma piedra?
-Demasiadas. Y las que quedarán. Soy humano.
Después de cada actuación (y con el desgaste que supone) ¿cómo recupera fuerzas?
-Actuar me da fuerzas. Llevo cuatro años con la obra y ya no me canso. Salgo con la adrenalina por las nubes.
¿Disfrutará de las fiestas?
-Los dos días enteros serán de disfrute.
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