El videoartista norteamericano Bill Viola, uno de los principales referentes de este género, descubre al público su alma en la exposición retrospectiva sobre su obra producida por el Museo Guggenheim Bilbao con motivo de su vigésimo aniversario.
La muestra ofrece al espectador 27 obras realizadas a lo largo de su carrera, desde Cuatro estaciones, creada en sus inicios en 1976, hasta Nacimiento invertido, de 2014, que permiten observar la evolución tanto técnica, desde el monocanal al multicanal en alta definición, como artística de su carrera.
La estrecha colaboradora y esposa del artista, la australiana Kira Perov, ha manifestado, en la conferencia de prensa en que se ha presentado la exposición, que Viola "cree que el papel del artista es descubrir el alma" en sus obras y ha aseverado que el videoartista norteamericano "lo ha conseguido" en la suya.
Ha apuntado también que, además de documentar los 40 años de carrera de Viola, quien ha estado presente en la presentación de la muestra pero no ha participado en la conferencia de prensa por estar aquejado de una dolencia que se lo impide, la muestra refleja su interés por explorar la esencia del ser humano a través de sus distintas facetas, como el nacimiento, la muerte, la espiritualidad o la pasión.
Ha destacado que, para explorar con detenimiento la esencia del alma humana, el artista ralentiza la acción, lo que hace que sus obras tengan una duración que van de los 10 a los casi 35 minutos aunque algunas de ellas, como Slowly Turning Narrative, de 1992, se proyecte en bucle continuo, sin principio ni final determinados.
En relación a esta obra, en la que una gran pantalla, que en su parte trasera aloja un espejo, gira continuamente sobre un eje vertical fijo, proyectando por un lado imágenes de un hombre recitando mantras, mientras por el otro el espejo refleja la imagen del espectador, ha sido restaurada por el Guggenheim Bilbao para su exhibición en este muestra.
Otros temas abordados por Viola a lo largo de su carrera y que se muestran en la exposición son la relación entre el hombre y la naturaleza, que se puede ver en la obra titulada Un retrato de luz y color. Chott El-Djerid (1979), y la exploración de las pasiones humanas mediante el fuego y el agua, como ocurre en sus obras La ascensión de Tristan (2005) y Mujer de fuego (2005).
Viola muestra su interés también por la vida humana, reflejado a través del ciclo nacimiento-muerte-renacimiento, en las obras y Los soñadores (2013), Nacimiento invertido (2014) y Hombre en busca de la inmortalidad/Mujer en busca de la eternidad, de 2013.
Kira Perov ha advertido al espectador que aunque Viola utiliza el vídeo y realiza experimentaciones con la imagen, "la tecnología esta oculta para no distraer la experiencia del espectador" al contemplar la obra.
No obstante, los avances tecnológicos experimentados en este campo, como el vídeo de alta definición, han permitido a Viola crear instalaciones monumentales como la titulada Avanzando cada día, que es la producción más grande que ha hecho nunca, en la que un panel de 15 metros de largo refleja la acción en la que han participado más de 200 extras.
Tras advertir de que los trabajos de Viola tienen "una existencia frágil", ha admitido que "no es accidental que haya elegido un medio tan efímero", como es el vídeo, para expresar sus inquietudes artísticas.
La muestra, que ha sido patrocinada por Iberdrola, permanecerá abierta al público desde mañana, día 30 de junio, al 9 de noviembre.
La compañía energética de origen vizcaíno ofrecerá también la posibilidad de visitar gratis esta exposición este fin de semana, del 30 de junio al 2 de julio, en horario especial nocturno, de 20.30 a 23.30 de la noche
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