El plan de recuperación del águila pescadora en Urdaibai emprendió ayer su segunda etapa con la llegada de 11 jóvenes ejemplares escoceses a la Reserva de la Biosfera. Durante las tres o cuatro próximas semanas una torre de hacking -nidos artificiales- ubicada en las marismas se convertirá en su casa y dará un nuevo impulso a un proyecto naturalístico, guiado por Urdaibai Bird Center con el apoyo de la Diputación y el Gobierno vasco, que no podrá verse satisfecho, al menos, hasta 2016. No será hasta entonces, y siempre que las condiciones sean propicias, cuando una pareja reproductora pueda criar el primer ejemplar en suelo vizcaino.
En la primera experiencia del pasado año se liberaron un total de 12 ejemplares tras un periodo de aclimatación en Urdaibai, de las que dos han logrado esquivar los peligros -la tasa de mortandad alcanza el 80%- y se encuentran en plena migración en tierras africanas. Ahora, en esta segunda fase, y con las aves monitorizadas y controladas en todo momento por un equipo integrado por técnicos forales, expertos de Urdaibai Bird Center y personal especializado en repoblación animal, las águilas pescadoras -de entre 4 y 5 semanas de vida- ya descansan en las instalaciones. Lo hicieron tras un largo viaje de 24 horas desde las Highlands de Escocia.
Obtenidos los polluelos -con voluntarios del Highland Foundation for Wildlife- y cumplidos todos los trámites, las aves arribaron ayer a Gautegiz Arteaga tras volar desde Aberdeen a Londres, y de allí a Madrid para, posteriormente, llegar tras un viaje por carretera. “Ahora toca cuidar de los nuevos ejemplares”, afirmaron desde Urdaibai Bird Center, incluso alimentando a unas rapaces que podrían erigirse en pieza clave de la recuperación del águila pescadora inicialmente en Urdaibai -posibilidad que en todo caso se daría como mínimo en dos años-, pero también podrían expandirse a otros humedales de la parte oriental de la cornisa cantábrica.
Por lo pronto, no obstante, “pasarán un mes en los habitáculos de la torre de hacking”, hasta que “puedan salir cuando se abra la compuerta”, adelantó el responsable del proyecto, Aitor Galarza. Poco a poco irán conociendo su entorno, en el que creerán haber nacido. “También habrá que alimentarlas con peces en las marismas hasta que sientan la llamada de la migración” y abandonen su hogar en Urdaibai. Hasta 2017 se liberarán 60 ejemplares -12 por año-, si bien sus impulsores podrían “prolongar un año más” el programa, de modo que se pueda asegurar la supervivencia de algunas de las rapaces, las cuales regresarán para reproducirse en Urdaibai.
El proyecto de recuperación del águila pescadora en la Reserva de la Biosfera es mucho más que la reintroducción de esta rapaz. Considerada una “especie bandera” para la ornitología europea, puede ser una “excelente herramienta” para el fomento del ecoturismo y la educación ambiental. Por ello, Urdaibai Bird Center también ha activado varios programas complementarios y visitas a sus instalaciones.
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