Retrospectiva en el Museo Guggenheim de Bilbao
- La japonesa ofrece tres performances en el Guggemheim de Bilbao
- El museo bilbaíno le dedica una gran retrospectiva
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Fragmento de la performance "Pieza cielo para Jesucristo" de Yoko Ono en una interpretación en el Carnegie Recital Hall de Nueva york (1965).Estate of Peter Moore/Licensed by VAGA, NYIr a fotogalería
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La artista japonesa Yoko Ono inaugura este jueves una esperada retrospectiva de su obra en el Museo Guggenheim de Bilbao que ha presentado este miércoles con tres performances en el auditorio de la pinacoteca bilbaina. "Yoko Ono. Half-A-Wind Show" es un recopilatorio de cerca de 200 obras que descubren su poliédrico universo artístico en sus casi seis décadas de creatividad.
De niña, quería ser como un guerrero de una oración japonesa que atravesaba siete desgracias y ocho sufrimientos, ha explicado la japonesa al auditorio de 400 personas que ha disfrutado de sus obras. Sin embargo, las desgracias de la vida le han hecho cambiar de opinión, decir "¡basta", y convertir ese lema en "siete felicidades y ocho tesoros".
"Son mi contribución a esta bella ciudad de Euskadi que es Bilbao", ha explicado la artista como parte de su performance Pintura de acción, ejecutada hace dos años por primera vez. En Bilbao, la obra han contado con un número mayor de lienzos que su anterior versión, concretamente once, de dos metros por uno.
La artista ha pintado a brochazos con tinta "sumi", negra sobre blanco, unos caracteres de caligrafía japonesa y después ha tomado la palabra para explicar la acción: "En la escuela elemental, todos los niños japoneses cantaban una oración en la que un guerrero quería atravesar siete desgracias y ocho sufrimientos, para contribuir a mejorar el mundo. Me parecía algo increíble. Yo quería ser así", ha recordado.
Me ocurrieron muchas desgracias y dije ¡basta!
"Con el tiempo, me olvidé de esa oración y me ocurrieron muchas desgracias, hasta que en un momento creía que eso era demasiado y dije, '¡basta!'. Convertí esas siete desgracias y ocho sufrimientos en siete felicidades y ocho tesoros, aquí representados" (en los caracteres de la caligrafía japonesa).
Sin presencia de medios gráficos, la esposa del fallecido John Lennon ha realizado otras dos performances más, las históricas "Pieza cielo para Jesucristo" ("Sky Piece to Jesus Christ") y "Pieza promesa" ("Promise Piece").
Crisálidas y fragmentos de arte poliédrico
En Pieza cielo para Jesucristo, unos voluntarios han envuelto con vendas a los componentes de una orquesta de cámara, mientras ejecutaban varias piezas musicales, de tal manera que, al final, ya no han podido seguir tocando.
El público se ha reído, mientras los músicos, convertidos en crisálidas por las vendas, perseveraban y tocaban notas sueltas aprovechando las rendijas que quedaban, en un símbolo de la lucha contra las ataduras que se visualizan durante esta "performance".
Por último, Ono ha reinterpretado otro de sus clásicos, Pieza promesa, ejecutada por primera vez en Londres en 1966.
En aquella ocasión, Yoko Ono rompió un jarrón en el escenario y pidió al público que cogiera trozos, prometiendo volver a reunirse al cabo de diez años para recomponer el jarrón.
En Bilbao, está representación ha incluido dos jarrones, uno de los cuales ha permanecido intacto y el otro en piezas que el público se ha llevado, con la misma promesa expresada por la artista de volver a reunirse dentro de una década.
La actuación de la artista, media hora en total, ha sido el preludio para la inauguración este jueves de la exposición retrospectiva "Yoko Ono. Half-A-Wind Show", que recopila cerca de 200 obras de la artista nipona.
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