lunes, 31 de enero de 2011

Céline, el autor que no será homenajeado



Céline, el autor que no será homenajeado
Louis Férdinand Auguste Destouches, mejor conocido para la posteridad literaria como Louis Ferdinand Céline cumple este año 50 años de muerto. Es uno de los más importantes escritores franceses, para algunos el segundo más importante después de Proust y, sin embargo, no será oficialmente homenajeado. Para quienes estén familiarizados con la vida y la obra del autor de Viaje al fin de la noche y de Muerte a crédito, ambas editadas en español por Editorial Edhasa puede que esto no sea una sorpresa pero en lìneas generales es una excepción que no deja de ser curiosa y que da pie a reflexionar en torno a la relación de la obra con el autor.
Las razones de esta no celebración estriban, no en la calidad literaria o la importancia del escritor nacido en Courbevoie (afueras de Paris el 27 de mayo de 1894) sino de sus posturas claramente antisemitas puestas de manifiesto en panfletos como Bagatelas para una masacre (1937) y La escuela de los cadáveres (1938), ambos escritos luego de que el autor hubiera participado en la I Guerra Mundial y conocido muy de cerca las miserias y el horror de las trincheras. Ambos libelos tuvieron gran éxito de ventas pero fueron prohibidos poco tiempo después por la ley antisemita conocida como el decreto Marchandeau.

El asunto de la celebración, o no, de Céline devino en una gran polémica entre los círculos culturales y políticos de Francia pero finalmente el ministro de Cultura de ese país, Frédéric Mitterrand asumió la responsabilidad y declaró que después de mucho meditarlo decidieron no hacer el homenaje a causa de las posturas del autor. El alcalde de París, por otro lado, añadió que, si bien no puede negarse que Céline fue un excelente escritor, no puede negarse que también fue “un perfecto cabrón”.
¿Censura? Ninguno de los panfletos antisemitas de Céline se encuentran hoy en día publicados, es decir, son una suerte de rareza editorial. No dudo que más de un editor esté pensando rescatarlo y publicarlo pero ello no será posible hasta que muera su viuda. Lo único cierto, entonces, es que Céline no será oficialmente homenajeado en Francia pero la crítica no deja de ocuparse de él. La Magazine Littéráire le dedica su último dossier en el número de febrero 2011 y Mario Vargas Llosa su columna del día de ayer en El Pais.
Para Vargas Llosa, la decisión del gobierno francés envía un pésimo mensaje ya que hace suponer que, en pocas palabras, para ser un buen escritor hay que cumplir con una cierta ética y ser “una buena persona”. Céline no fue una buena persona pero, como también lo afirma el más reciente premio Nobel, fue un escritor que, emergiendo del infierno supo hacer de él una obra literaria sin precedentes y que se mantiene hasta hoy día entre los autores más vendidos a nivel mundial.
Y ustedes ¿qué piensan de todo esto?

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